Seguramente alguna vez cocinaste algo que desprende muchísimo olor a humo. Este se vuelve bastante molesto y hasta difícil de eliminar del hogar. Sin embargo, existe un truco simple y natural para evitarlo.
La clave está en usar vinagre blanco, un producto que probablemente ya tengas en tu alacena y que, además, es económico y ecológico.
Para aplicar este truco, solo tenés que llenar una taza con vinagre blanco y colocarlo en la cocina mientras estás cocinando. De esta forma, el vinagre actúa como un potente neutralizador de olores al absorber el humo y las partículas que se liberan en el aire.
Si estás cocinando algo que genera mucho humo, como una parrillada o frituras, también podés hervir agua con un poco de vinagre en una olla pequeña mientras cocinás. Esto ayudará a que el vapor del vinagre se mezcle con el aire, neutralizando el olor casi de inmediato.
Otra opción, para potenciar este truco, es añadir algunas rodajas de limón al vinagre. Además de su agradable fragancia, el limón ayuda a absorber olores fuertes y deja un aroma fresco en el ambiente. Este método es ideal no solo para evitar que el olor a humo se disperse, sino también para refrescar la cocina de forma natural. Y, a diferencia de los aerosoles o ambientadores comerciales, no deja residuos químicos en el aire ni es perjudicial para la salud.