Hacer ejercicio se convirtió en uno de los hábitos diarios de personas de todas las edades que quieren verse bien físicamente, pero que también buscan en la actividad física sentirse bien de salud en todo sentido.
Si bien algunas personas llevaron una vida sedentaria durante años y sienten que ya es tarde, no lo es, según el entrenador español Marcos Vázquez, quien considera que se puede mejorar a cualquier edad, pero hay que empezar con cosas sencillas: caminar cada día, aunque sean 15-20 minutos, y dos sesiones semanales de fuerza con movimientos básicos: empujar, tirar, sentadillas, levantar algo del suelo".
Vázquez manifestó que lo más recomendable sería realizar 2-3 sesiones de fuerza a la semana y 2-3 sesiones de ejercicio aeróbico, a la vez que aconseja separar las sesiones y, en el caso de tener que hacer fuerza y cardio el mismo día, estima que es mejor hacer primero fuerza y después cardio.
El experto en fitness también niega que el tipo de ejercicio deba ser diferente en función de la edad al señalar: "En realidad, las bases son muy similares, a todas las edades hay que trabajar la fuerza, la resistencia aeróbica, la movilidad y la potencia. Si es posible incluir algún deporte de equipo, mejor todavía.
Cambiar la intensidad depende la edad
Vázquez dijo que lo que sí es conveniente ir cambiando con la edad es la intensidad y el volumen, que se deberá ir ajustando en función de las molestias que se vayan acumulando. "No dejamos de entrenar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de entrenar", remarcó.
En este sentido, subrayó que los estudios indican que la actividad física nos ayuda a que la caída de nuestras capacidades físicas sea muy gradual y gracias a eso podremos seguir haciendo las cosas que disfrutamos por más años.
Influencia del ejercicio en la longevidad
La actividad física es, probablemente, lo que más influye en la longevidad asegura Vázquez, quien añade: "Nos puede dar unos 10 años de vida adicionales, pero puede doblar la calidad de vida: "Una persona de 70 años que siempre haya entrenado puede tener capacidades físicas equivalentes o, incluso, mejores que las de una persona de 50 años no entrenada".
También es importante la nutrición y un buen descanso, sin olvidar otros aspectos igual de importantes, como la calidad de nuestras relaciones sociales. El experto cita el estudio más longevo, el Harvard Study of Adult Development (más de 80 años de duración), que concluyó "que las relaciones sociales son el factor que más contribuye a la satisfacción vital".
En ese sentido destaca también la importancia de mantener una mentalidad adecuada y una buena perspectiva sobre el paso de los años. Los estudios indican que las personas que mantienen el optimismo y cierto sentimiento de propósito en su vida envejecen de manera más saludable que las que ven el paso de los años como algo negativo.