Si bien no se sabe muy bien el por qué de la elección de la fecha, lo cierto es que el 11 de noviembre se celebra en todo el mundo, a uno de los snacks más populares: el churro.

Se trata de una mezcla simple de agua, harina de trigo, aceite y azúcar, que se convierte en un platillo delicioso. Los hay rectos, en forma de bastón, en lazos o en rulos espirales. A veces están rellenos con chocolate, crema pastelera, dulce de leche y hasta Nutella. Siempre rebozados con azúcar. 

¿Cuál es su origen?

Se cree que el origen del churro tiene su epicentro en China. La historia se remonta al siglo XII, con la  creación del "youtiao", que consiste en una masa de pan salada y frita que aún sigue existiendo.

Luego, esa receta se habría expandido hasta llegar a Europa en el siglo XVIII. En el viejo continente se hicieron algunas modificaciones como el azúcar y la forma de estrella.  España afirmaba que era el país creador del churro. Los españoles dicen que fueron ellos quienes dieron el nombre con que se lo conoce hoy en Occidente. 

Luego, comenzó a expandirse a lo largo del mundo, y adoptó distintas características propias de cada país.

Actualmente en Argentina, las churrerías marcan tendencia y le agregan los más originales ingredientes: dulce de leche, Nutella, crema pastelera, chocolate blanco o negro, etc. Salados o dulces y hasta con helado. Alargado como bastones o enredados como espirales. 

Incluso, una casa que comercializa churros fue un paso más adelante en materia de reversiones: abrió una sucursal, la única en todo el país, en la que vende sólo churros sin gluten.   Es decir que, quienes se encuentren en Buenos Aires, van a poder ser parte del fenómeno y comer churros sin TACC. Incluso, en años anteriores, han comercializado churros rellenos con vitel toné, bañados en menta y rellenos con limón. 

Se llama "Fábrica de Churros el Topo", cuya sucursal libre de gluten se encuentra en calle Virrey del Pino 2617 de CABA.