El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) cumple 69 años desde su creación, el 4 de diciembre de 1956, reafirmando su papel central en la generación de conocimiento, investigación aplicada y acompañamiento técnico a los distintos sectores del agro argentino. Con presencia en más de 400 puntos del país y llegada directa a más de 3 millones de personas, la institución continúa siendo un actor clave en la resolución de problemáticas regionales, la promoción del desarrollo agrobioindustrial y la construcción de soluciones tecnológicas alineadas con los desafíos actuales.
Desde sus orígenes, el INTA fue concebido con una misión clara: impulsar la innovación, fortalecer la competitividad de las cadenas productivas y promover un desarrollo rural sustentable que mejore la calidad de vida de las comunidades. Su estructura —una de las pocas en el mundo que integra investigación y extensión de manera sistemática— le permite observar las necesidades del territorio, anticipar escenarios futuros y generar propuestas concretas para cada región.
El organismo es ampliamente reconocido por su trayectoria en articulación público-privada, un modelo que lo posiciona como referente en materia de innovación tecnológica. A partir de esta sinergia, el INTA contribuye al desarrollo de soluciones que trascienden el agro, impactan en la industria, promueven la sustentabilidad y refuerzan la presencia de Argentina en los principales circuitos internacionales vinculados a la ciencia y la producción.
El INTA en Catamarca
La presencia del INTA en Catamarca se remonta al 28 de febrero de 1958, cuando se creó la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Catamarca mediante un convenio firmado entre autoridades provinciales y nacionales. Desde entonces, la institución se consolidó como un punto estratégico para la investigación, la capacitación y el acompañamiento técnico a productores locales.
Actualmente, la Experimental cuenta con un amplio campo sobre la Ruta Provincial Nº 33, donde se desarrollan ensayos en frutales, aromáticas y sistemas de riego adaptados a zonas áridas. También dispone de diversos laboratorios y una Planta Piloto destinada al fortalecimiento de la agrobioindustria, así como a trabajos en suelo, protección vegetal y aromáticas.
Además, posee un campo anexo en Santa Cruz, destinado principalmente a la investigación con rumiantes menores y pasturas, junto a un centro de reproducción avícola que conserva y mejora genética aviar desarrollada por el propio INTA.
La institución también destaca por sus líneas de trabajo en tecnologías AGTech, enfocadas en el desarrollo de herramientas de precisión para las condiciones específicas del territorio catamarqueño. A ello se suman observatorios medioambientales, estudios de prospectiva y análisis de impacto territorial.
Uno de los pilares de su alcance territorial es la red de Agencias de Extensión Rural (AER) distribuidas en el interior provincial: Tinogasta, Belén, Andalgalá, Santa María, Santa Rosa, Paclín/Ambato, Capayán, Pomán y La Paz. Estas unidades brindan asistencia técnica a más de 4.000 unidades productivas, que presentan distintos niveles de capitalización y tecnificación.
Construir el INTA Catamarca hacia 2040
El director de la Estación Experimental Catamarca, Fernando Balbi, destacó el rol estratégico del organismo y el compromiso del equipo técnico: "El INTA cumple un rol fundamental en la asistencia técnica y el acompañamiento a productores en todo el territorio provincial. Esto exige complementar recursos humanos y materiales junto a organizaciones de productores y al sector público y privado para lograr los cambios que requiere el sector productivo".
Balbi también subrayó el desafío de proyectar el futuro institucional: "Cumplimos otro aniversario y estamos construyendo la visión del INTA Catamarca al 2040. Nos esperan nuevos desafíos. Los invito a construir juntos este nuevo INTA que el sector productivo necesita, asumiendo el compromiso de hacer un INTA con y para la gente".