Todos saben lo que es El Tolar. A lo largo del año se han contado muchas historias, repetidas la mayoría, sobre las necesidades y la inequidad a la que se ven expuestos los pobladores de esta localidad del norte de Belén. El 2022 va llegando a su final y el anhelado camino sigue sin terminarse.
Pero en medio de esto que duele, son los niños los que escriben la historia y nos sacan una sonrisa. Ya sabemos de su gran sacrificio y la enorme voluntad que tienen por estudiar. Ahora, gracias al registro fotográfico de uno de sus docentes, podemos conocer que allá en el interior realmente profundo de nuestra provincia, el aliento para el seleccionado nacional en tiempos de Qatar 2022 también está.
Y con hinchadas como estás, no va a haber otra que se le iguale. Porque y así lo postea el maestro Adrián Luis Ortiz, “aquí también se palpita El Mundial”.
Las necesidades de siempre
Lo preocupante es que en el mientras tanto, lo que pase en Qatar no nos debe distraer. Allá en El Tolar, además del camino que se demora, hay muchas necesidades. Y sobre ellas ha dado el alerta Ivanna Tolotti, quien refiere que este año los chicos y sus padres se han enfermado mucho más. “Ya no quedan casi remedios y los que había, eran fruto de donaciones. El pedido urgente es lograr volver a tener una provisión de estos, hecho que también es requerido por la Directora de la Escuela nº 474, Amalia Patricia Agüero. Lo que se necesita en cuanto a medicamentos genéricos y que son de venta libre son: Muelita pediátrico, Antifebriles, Jarabes para la tos, Ibuprofeno y Reliveran.
Y a esto, se pueden sumar otros insumos, que siempre van a ser bienvenidos.
Las angarillas
Este año, como muchos otros El Tolar ha sido noticia por los traslados de pobladores que por cuestiones de salud que no se podían resolver en el lugar, y ante la falta de otros recursos médicos en la zona cercana, debieron ser trasladados en angarillas.
Uno de los primeros fue Marcelo, que fue bajado de esta manera por haber sufrido una fractura expuesta en una de sus piernas. Lo grave que el caso de este hombre no fue el único. Antes fue Thiago y Julio y Roque Gordillo, padre e hijo. Este último lamentablemente había fallecido luego de haber sido “bajado” en las precarias condiciones ya conocidas por todos.
El último de los casos fue el de Mercedes González. La mujer se encontraba muy enferma, e imposibilitada de trasladarse a lomo de burro desde su casa hasta la cabecera departamental. Por ellos, familiares y amigos utilizaron el método de traslado ya conocido por todos, y de esta manera y a pulso caminaron hasta el centro asistencial.
Tras haber recorrido por una zona inhóspita, llegaron a la localidad de Pozo de Piedra, desde donde fue derivada a la ciudad de Belén para su atención.