Cuidar nuestro jardín y las plantas que allí crecen no solo es una tarea importante, sino que requiere atención diaria y detalles que marcan la diferencia. Si queremos que nuestras plantas luzcan saludables y radiantes durante todo el año, es fundamental conocer algunos trucos para mantener alejadas a esas visitantes no deseadas, como las hormigas negras.
Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), expertos en la materia comparten consejos sencillos y efectivos para controlar estos insectos de manera natural y respetuosa con el ambiente. Uno de los especialistas, Francisco Pescio, autor de "Mi casa, mi huerta", nos explica cómo abordar el tema y qué técnicas podemos poner en práctica en nuestros propios espacios verdes.
Pescio destaca que, aunque las hormigas negras son las más comunes en nuestros jardines, también existen otras como la roja, la carpintera y la Argentina, que cumplen roles importantes en la naturaleza. Sin embargo, cuando invaden nuestras huertas y cultivos, pueden convertirse en un problema. La clave está en regular su población sin eliminarlas por completo, buscando un equilibrio que permita que convivan sin causar daños.
Para ello, recomienda no destruirlas, sino evitar que ataquen nuestras hortalizas. Una estrategia efectiva es usar plantas aromáticas o combinar diferentes especies que actúen como repelentes naturales. Entre las favoritas para mantener a las hormigas alejadas están la ruda, lavanda, menta, ajo, cebolla, sésamo y ajenjo.
Además, Pescio señala que las hormigas se sienten atraídas por ciertos cebos, como cáscaras de cítricos, granos de arroz partido y miel, que sirven como "trampas" para distraerlas y reducir su presencia. También existe una técnica interesante que utiliza hongos que atacan frutas cítricas, en particular especies del género penicilium, conocidas por producir penicilina. La idea es preparar un macerado de frutas, filtrar el líquido y regar en la entrada del hormiguero para controlar su población.
El experto también aclara que no todas las hormigas afectan igual a nuestras plantas. Por ejemplo, las hormigas coloradas que construyen hormigueros elevados no suelen alimentarse de vegetales, aunque pueden picar y causar molestias. En cambio, las hormigas cortadoras, que se distinguen por las espinas en su tórax, sí representan un problema mayor en las huertas, ya que atacan y cortan las hojas de las plantas.
En definitiva, el control de las hormigas en el jardín no tiene por qué ser una tarea difícil. Con un poco de paciencia, conocimiento y algunos trucos naturales, podemos mantenerlas a raya y disfrutar de un espacio verde saludable y hermoso.