Los familiares del joven efectivo policial llevaban casi siete días solicitando la autorización para el traslado a la vecina provincia, la que era vital en vista del grave cuadro del paciente. Esto era sistemáticamente negado por un profesional médico quien se negaba a reformular parte de la historia clínica, lo que generaba gran preocupación, en particular en Rina, quien es la esposa de Matías Figueroa, y la persona que se había puesto a la cabeza del pedido ante el sanatorio céntrico. 

Ahora, a fuerza de la presión que por distintos medios y gestiones se realizaron, se confirmó que el policía de 35 años, quien está internado por una cirrosis hepática avanzada, fue trasladado a un centro de mayor complejidad en la provincia de Córdoba, durante la tarde de este jueves en un avión sanitario. Así lo confirmaron a La Unión, marcando que el vuelo salió después de las 17 hs. En el medio y para tranquilidad de la familia, OSEP agilizó el resto del trámite y según indicó Rina, “todo se consiguió”, ratificando así la plena cobertura para este grave caso. 

El también padre de familia cabe consignar, estaba internado desde el sábado, y fue recién este lunes cuando le confirmaron el diagnóstico. Allí comenzó el momento más duro y desesperante, porque la familia no lograba la derivación, la que debía ser urgente por lo delicado de su cuadro. 

Solo faltaba una firma 

La calidad de vida, de por sí ya precaria de Matías estuvo todos estos días pendiendo de un hilo solo por faltar una firma y una reformulación en la historia clínica. La familia explicó que fue el Dr. Alejo Rivera quien estuvo atendiendo a Matías y que fue este profesional quien se resistía a modificar la hoja del paciente, para dijera que este requería por consejo de él el traslado urgente en avión sanitario, a un centro de mayor complejidad.  

En un principio la esposa apuntaba a la obra social como la responsable de la no derivación, pero era este médico el que simplemente debía generar ese cambio, para que la vida de Figueroa dejara de correr más riesgo. Tras viralizarse el caso y por la exposición del mismo, Rivera finalmente se hizo presente en el sanatorio y generó el pedido de traslado, el cual ya había sido aconsejado hasta ´por el Jefe de Médicos del centro de salud privado de calle Chacabuco. 

Vale indicar, que en el mientras tanto, Matías al no contar con la atención especializada de un hepatólogo y teniendo el 90% de su hígado dañado, solo estuvo recibiendo sueros y calmantes, tal y como indicó su familia.