Luego de que se realizara la reapertura del Estadio Bicentenario, el programa de televisión Tirame un Centro fue levantado del aire, cuando el periodista deportivo Silvio Iramain señaló que Eduardo Niederle, el actual Ministro de Infraestructura y Obras Civiles fue parte de la gestión deficiente que hubo cuando una empresa privada se encargó de la construcción del estadio.
Frente a este hecho, El Círculo de Periodistas Deportivos de Catamarca se solidarizó con el socio Silvio Iramaín, así como con la periodista deportiva Mariana Quinteros Gaffet y todo el equipo de producción del programa censurado.
Por su parte, el Bloque de la Unión Cívica Radical también manifestó su repudio por “el acto de censura y persecución ideológica” y, a la vez se solidarizó con los afectados: “Nos solidarizamos con los afectados y nos ponemos a disposición de lo que necesiten para hacer valer sus derechos y libertades”.
“La reinauguración del Estadio Bicentenario, hecho presentado como un logro del actual gobierno, parece estar envuelto en susceptibilidades. Las mismas quedaron de manifiesto frente a opiniones como la vertida por el mencionado periodista, quien identifico al actual Ministro de Infraestructura y Obras Civiles, Eduardo Niederle, como parte de la deficiente gestión cuando formaba parte de la empresa privada encargada de la construcción”, manifestó el bloque.
A continuación hizo referencia a cómo este accionar perjudicó al equipo e invitados: “Es inentendible el proceder de las autoridades de Catamarca Radio y Tv, quienes por orden de no se entiende muy bien quien o porque, deciden “levantar” del aire un espacio dedicado al deporte de la provincia, afectando fuentes de trabajo y perjudicando invitados, organización previamente establecida e incluso la programación general de la señal local”.
También hicieron alusión a la censura en el marco de una democracia: “Es inadmisible que en tiempos democráticos que se acercan a cumplir 40 años, se accione contra trabajadores de prensa, cuando la libertad de expresión es uno de los baluartes del régimen y uno de los derechos más afectados en tiempos de autoritarismo”.
Finalmente se dirigieron a las autoridades del canal para que reparen su accionar: “Esperamos que tanto las autoridades del canal, como quienes piensan que por ocupar cargos públicos pueden disponer del trabajo y compromiso de los demás, pueden rever esta medida, y compensar el daño causado a los trabajadores, a los invitados y la audiencia en general. Sería una clara señal de reparación frente a actitudes contrarias a los valores democráticos y la paz social”.
