Esta tarde se registraron lluvias en distintos puntos de la provincia, tal como este diario lo había anunciado desde ayer. Sin duda, este pronóstico era algo muy esperado por la población catamarqueña, en especial para quienes combaten incesantemente las llamas en el cerro Ancasti.
Por este motivo, luego de la lluvia, los brigadistas compartieron su gran emoción, ya que la lluvia significó un gran alivio frente al desolador panorama de los últimos días.
El incendio del cerro Ancasti ya lleva cinco interminables días y, pese a los esfuerzos, no han podido apagarlo. Lamentablemente, ha seguido avanzando y, hasta el momento, ya consumió más de 1.500 hectáreas.
Si bien estas lluvias no significaron la extinción del fuego, fue una invaluable ayuda para combatirlo y ayudar a su reducción.