En tiempos de cuarentena, la solidaridad no se achica y crece para poder hacer llegar alivio a las situaciones que la crisis económica está dejando. En nuestra provincia las manos que colaboran se multiplican pero las necesidades también van en aumento y ahora son ellos los que están necesitando de colaboración para poder sostener la ayuda que brindan.

Ese es el caso del comedor “Ollas Solidarias”, que trabaja en el Sum del Bº Santa Marta, donde preparan 400 porciones de comida dos veces a la semana. Ellos se proveen de mercadería gracias a las donaciones y colaboraciones, y así venían trabajando desde principio de este año. La situación económica hizo que pasaran de preparar la comida de tres a dos veces en la semana, y en estos momentos, solicitan ayuda para poder seguir adelante con esta tarea.

Rita Toranzo, una de las responsables de esta iniciativa, comentó a Diario La Unión que mientras trabajan para generar una actividad para los pequeños para el día del Niño, se preocupan también por poder llegar con los alimentos que tanto necesitan las familias del barrio. “Estamos necesitando corazones solidarios”, comentó la mujer al tiempo que detalló que para poder seguir cocinando hace falta que las ayuden con carne, verduras, leche y alimentos varios. “Todo será bien recibido y agradecido, por pequeño que sea”, señaló.

Luego indicó que las necesidades crecen en el barrio y cada vez son más las familias que necesitan de este aporte para poder satisfacer sus mínimas necesidades. Es tanto lo que se necesita, que Rita y las personas que trabajan en esta iniciativa la mayoría de las veces deben poner de su propio dinero para llegar con los ingredientes y así poder llegar a cubrir las porciones diarias que se preparan. Aquellos que deseen colaborar, pueden comunicarse con Rita Toranzo al 3834- 623078 o al 3834- 311402.

Complicaciones

La iniciativa, de la que son parte también Angélica Rebollero y la Cooperativa “Esperanza del Sur”, vienen superando varias dificultades, que no son solamente las económicas. En enero fueron objeto de un robo, al que Rita calificó de “hecho vandálico”, pues dejó al grupo de mujeres solidarias no sólo sin los alimentos sino también sin las ollas y los sanitarios que el salón tenía. El lugar donde se prepara la comida, de a poco se va recuperando y es siempre a fuerza de sacrificios que todo se vuelve a encaminar. 

En la actualidad, “Ollas solidarias” se propone no sólo seguir llevando un plato de comida para las 40 familias que la necesitan, sino también poder concretar en el corto plazo un evento para el Día del Niño. Para esto también están pidiendo colaboración.