La Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) llevó a cabo el Primer Festival de Humanidades TINKUNACU. Este evento conmemorativo, enmarcado en la celebración de los 40 años de la instauración del nombre "Facultad de Humanidades", congregó a docentes, alumnos y autoridades en un encuentro que combinó celebración, emprendimientos y números artísticos.
Chocolate y bollitos para el alma
La Plaza de la Reforma de la universidad se iluminó con la vitalidad de los estudiantes y académicos en el gran evento celebrado este martes a las 17 horas. La jornada comenzó de manera dulce, con la distribución de chocolate caliente acompañado de bollitos, creando un ambiente cálido y amigable que invitaba a la comunidad universitaria a compartir y disfrutar juntos.
Emprendimiento y creatividad en acción
El evento no solo representó un espacio de celebración en honor a la trayectoria de la Facultad de Humanidades, sino que también sirvió como escenario para resaltar diferentes aspectos de sus miembros. El festival de emprendedores reunió a una diversidad de participantes que abarcaron estudiantes, docentes, graduados y no docentes provenientes de las carreras de Geografía, Inglés, Trabajo Social, Francés, Historia, Filosofía, Ciencias de la Educación, Letras y Educación a Distancia. Cada uno de estos integrantes presentó una amplia gama de productos únicos, que abarcaron desde budín de pan y alfajores hasta tarta de manzana, stickers, sellos, ropa y maquillaje, entre otros productos.
El arte como vínculo
Una de las características más notables del festival fue su enfoque en las artes y la creatividad como elementos unificadores. Cada departamento de la facultad presentó diferentes números artísticos.
El departamento de Letras cautivó al público con una dramatización y un baile, en el que tanto docentes como alumnos participaron con entusiasmo. Por su parte, el departamento de Francés aportó su toque internacional al presentar una canción en francés. Desde el departamento de Filosofía, dos talentosas alumnas se destacaron al entonar zambas, y, además, el departamento no escatimó en la presentación de un espectáculo de baile que deleitó a la audiencia.
La música y la danza siguieron siendo protagonistas en los números presentados por Ciencias de la Educación, donde tanto docentes como estudiantes demostraron sus habilidades artísticas en el canto y el baile folklórico. En el caso del departamento de Trabajo Social, una dramatización y una coreografía animaron el evento.
En el área de Inglés, el docente Walter Palavecino se destacó con una creativa presentación de títeres que cautivó a la audiencia. Por su parte, el departamento de Educación a Distancia también se sumó a la celebración con entusiasmo. Presentaron una banda de folklore que llenó la plaza con melodías tradicionales del folklore. Además, los acompañó un número de baile.
Como cierre de las presentaciones tuvo lugar una especial colaboración que reflejó la estrecha relación entre Geografía e Historia. Ambos departamentos presentaron un número artístico unificado llevado adelante por el grupo Ewaya Folk, compuesto por tres estudiantes que animaron a la audiencia de la Facultad de Humanidades.
Cada una de estas muestras artísticas deleitó a los presentes y les permitió celebrar con alegría este importante acontecimiento.
La música que conecta
Si los números artísticos de los estudiantes ya fueron un espectáculo completo por sí solos, también tuvo lugar la especial presentación de la banda de rock catamarqueña DNI. Esta agrupación, que lleva activa desde 2009, demostró por qué su música se convirtió en una voz de conciencia y denuncia social. Con sus letras cargadas de mensajes de reflexión y protesta, DNI capturó la atención de los presentes y mostró cómo la música y una visión crítica de la sociedad pueden ir de la mano. Además, como cierre de la jornada, se presentó la banda de rock indie alternativo Brujas del Valle que también animó a los presentes con su estilo único.
Mucho más que una institución de estudios
El Primer Festival de Humanidades TINKUNACU fue un tributo a cuatro décadas de educación en la Facultad de Humanidades, pero también una expresión de la creatividad, el compromiso de sus estudiantes y docentes, así como de su espíritu de unión. A través de emprendimientos, arte y música, la comunidad universitaria demostró su capacidad para generar un impacto positivo en quienes la integran, demostrando que como institución va mucho más allá de lo académico, ya que considera de vital importancia hacer protagonistas a sus estudiantes, potenciándolos más allá de sus habilidades académicas, dándoles un espacio para expresarse artísticamente y también para hacer crecer sus emprendimientos. Con miras hacia el futuro, este evento podría ser el primero de muchos festivales que, de llevarse a cabo, sin dudas enriquecerán el espíritu académico y creativo de la facultad y su entorno.
