Desde la virtualidad para los devotos y peregrinos del país, culminaron ayer las fiestas en honor a la Virgen Valle, con una histórica procesión sin fieles. La demostración de devoción mariana más importante del NOA se topó con la pandemia y el cierre del Año Mariano Nacional, aunque no contó con el fervor presencial de los miles de peregrinos, sí tuvo el calor que se vivió en cada hogar de nuestra provincia y de la Argentina. La celebración de los 400 años de la presencia de la Madre del Valle en medio de su pueblo culminaron, pero se inicia ahora un año igual de especial e intenso desde la fe, puesto que en el mes de marzo, Catamarca vivirá la histórica beatificación del ilustre Fray Mamerto Esquiú.
La solemne procesión se llevó a cabo alrededor de la Plaza 25 de Mayo y contó solo con la presencia de las autoridades civiles y eclesiásticas. Dieron el presente el gobernador de la provincia, Raúl Jalil; el intendente de la ciudad Capital, Gustavo Saadi; el juez federal, Miguel Ángel Contreras; la jueza de la Corte de Justicia, Fabiana Gómez; el senador nacional, Dalmacio Mera; el intendente de Fray Mamerto Esquiú, Guillermo Ferreyra; el presidente provisorio del Senado, Prof. Oscar Vera, entre otras autoridades.
Los actos dieron inicio a las 17.30, con la animación a cargo del Área de Cultura del Espacio de Animación y Encuentro Virtual del Año Mariano Nacional. Y a las 18.00, salió de la imagen de la Virgen del Valle desde el Santuario hasta el Paseo de la Fe. Allí la esperaban trabajadores de Ec Sapem, Defensa Civil, Bomberos, representantes de las fuerzas de seguridad, quienes iban a ser los portadores de la imagen sagrada a lo largo del recorrido.
Previo al inicio de la procesión y tal como si hubieran estado presentes, se emitió un video con las imágenes de las distintas agrupaciones de peregrinos para, de esta manera, iniciar virtualmente el orden procesional con ellos delante de la imagen. Luego, la columna procesional estuvo encabezada por el obispo de la Diócesis, Mons. Luis Urbanc, representantes del Clero Diocesano y de la Comunidad Franciscana, quienes se desplazaron alrededor del principal paseo público de la ciudad, tomando las calles Sarmiento, San Martín, Rivadavia, República y Sarmiento, regresando al Paseo de la Fe. En cada esquina, se procedía al cambio de los portadores e ingresaban gauchos portando las banderas de las distintas provincias del país, para representarlos a todos en este cierre de las fiestas marianas.
Al término del recorrido, el fervor de la llegada de la imagen de la Virgen del Valle nuevamente al Paseo de la Fe se vivió con alegría y el repique de campanas. Seguidamente, y para recordar, se emitió un emotivo video que contó el trabajo y las muchas acciones que se dieron durante el Año Mariano Nacional.
Tras esto, el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc, emitió su alocución final, donde volvió a tener como eje la defensa de las dos vidas, en la previa del debate del próximo jueves en la Cámara de Diputados. “Hoy, Madre del Valle, venimos como tus hijos e hijas para sellar el compromiso de proteger al inocente que no ha nacido y también para rogar por las mamás que sufren en su cuerpo y en su espíritu. Acudimos a ti, Madre, heridos y agobiados por esta pandemia, por tanta miseria y pobreza. Por el abandono y postergación de tantos hermanos, por la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos, privados de atención y por tantas formas de esclavitud y descarte”, refirió en el inicio. Luego, apuntó: “La Patria se debate en estos días entre la vida y la muerte, la luz y la oscuridad. Necesitamos tu coraje, tu valentía, tu audacia para decir siempre sí a Dios, sí a la vida”.
En el final, luego de haber escuchado el mensaje del pastor diocesano, se transmitió, a través de un video, la alocución del santo padre, el Papa Francisco, que de esta manera acompañó el cierre del Año Mariano Nacional. En su mensaje, dijo: “En estos tiempos de pandemia, hemos seguido tantas actividades en el recuerdo y en honor de la Virgen, nuestra Madre. Me uno a todos los fieles que hoy celebran el fin de este Año Mariano Nacional. Rezo por ustedes y les pido que recen por mí. Y no se olviden que María es madre y discípula, es madre de Jesús, es la que nos trajo a Jesús al mundo y es discípula. Es la primera en seguir a Jesús, en hacer lo que Jesús dice, en obedecer. Que la figura de María, madre y discípula, nos acompañe en nuestra vida diaria. Les pido que recen por mí, yo lo hago por ustedes, y que Dios los bendiga. Amén”.
