Si alguna vez has salido a pasear con tu perro y notas que constantemente come césped, quizás te preguntes si eso es normal o si puede ser señal de algún problema. La buena noticia es que, según especialistas en veterinaria, esta conducta es bastante habitual entre los perros y, en la mayoría de los casos, no representa un riesgo grave.

Comer césped puede tener varias causas: desde una necesidad de purgarse, hasta una simple curiosidad o una forma de explorar su entorno. Muchos perros lo hacen ocasionalmente por instinto o por aburrimiento, y no siempre significa que tengan alguna enfermedad. Incluso, algunos vomitan después de comer pasto, pero esto no siempre indica un problema estomacal, sino que puede ser una respuesta natural del cuerpo.

De hecho, se estima que entre el 70 y 80% de los perros ha probado alguna vez comer césped. Aunque no hay una causa única, este comportamiento forma parte de su naturaleza. Sin embargo, los veterinarios recomiendan estar atentos si la conducta se vuelve repetitiva o si se acompañan de síntomas como diarrea, vómitos constantes o pérdida de apetito.

Un aspecto importante a tener en cuenta es el tipo de césped que ingiere. En parques y espacios públicos, por ejemplo, puede haber fertilizantes o pesticidas que resultan tóxicos para los perros, por lo que siempre es recomendable supervisar a tu peludo durante los paseos.

¿Y cuáles son las posibles razones por las que un perro come césped? Los especialistas mencionan varias, como molestias gastrointestinales, déficit de fibra en su dieta, exploración sensorial o incluso estrés y falta de estímulos.

En resumen, que tu perro coma césped no siempre debe preocuparte, pero sí es importante observar su comportamiento general y consultar al veterinario si notas algo inusual. La clave está en cuidar su bienestar y asegurarte de que sus paseos sean seguros y divertidos.