Siguen las buenas noticias para Nata: más de 700 familias se postularon para adoptarlo
Tras una infancia marcada por el maltrato y el abandono, Nata decidió contar su historia en un video que se volvió viral. La respuesta fue contundente: más de 700 familias iniciaron el proceso para adoptarlo, reabriendo el debate sobre la adopción de adolescentes en Argentina.

Nata tiene 14 años y un deseo tan simple como profundo: tener una familia. Durante años cargó con una historia atravesada por el maltrato, la violencia y el abandono, hasta que decidió ponerle voz a su realidad. Hace algunos días grabó un video contando su historia y el impacto fue inmediato. La publicación se viralizó en redes sociales y generó una respuesta inesperada: más de 700 familias se inscribieron para iniciar el proceso de adopción a través del RUAGA, el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos de la provincia de Santa Fe.

El adolescente nació en Santa Fe y atravesó una infancia difícil. A los 12 años, su madre lo dejó en la puerta de los tribunales de Rosario para darlo en adopción. "Yo no quería porque siempre quise tener una familia desde chiquito: un papá y una mamá. Algo que nunca pude cumplir", relata Nata en el video que decidió compartir públicamente. En ese mismo testimonio, cuenta que vivió situaciones de maltrato, gritos y violencia que marcaron profundamente su niñez.

Desde hace más de un año, Nata vive en un hogar ubicado en la zona céntrica de Rosario. Su situación comenzó a ser acompañada formalmente por el Poder Judicial, que en septiembre de 2024 le asignó por sorteo a una abogada especializada en niñez. Se trata de Paola Scicchitani, quien hoy cumple un rol clave en su vida. "Más allá de ser su abogada, soy un referente afectivo. Él me dice 'tía'", explicó la letrada en declaraciones periodísticas.

La situación de adoptabilidad de Nata fue declarada por el Juzgado de Familia N.º 3 de Rosario en octubre de este año. A partir de ese momento, los organismos competentes iniciaron la búsqueda de una familia adoptiva. En una primera instancia, se realizó una convocatoria entre los inscriptos del RUAGA en Santa Fe, pero no se recibió ninguna postulación.

Ante ese escenario, fue el propio Nata quien pidió grabar el video para contar su historia. "Él había visto otros casos similares y pensó que era una buena idea que la gente lo conozca en sus propias palabras", explicó Scicchitani. Si bien no es una práctica habitual, la profesional destacó la importancia de este tipo de acciones para visibilizar a niños y adolescentes que esperan una familia.

La repercusión fue masiva. Sin embargo, desde los organismos judiciales y ejecutivos aclararon que se está cuidando especialmente la exposición del adolescente. "Nata sabe que la gente respondió muy bien, pero su participación se limitó al video. No va a seguir exponiéndose", aseguró su abogada.

En cuanto a su futuro, el joven expresó su deseo de permanecer en Rosario o en una zona cercana, aunque entiende que podría mudarse si la familia adoptiva vive en otra provincia. "Es un chico que sufrió mucho, pero tiene ganas de progresar. Le encanta hacer deportes, especialmente natación. Está en segundo año y es muy cariñoso", describió Scicchitani.

En un documento oficial del Juzgado de Familia, se detalló que Nata sueña con una familia compuesta por un papá y una mamá, o bien una familia monoparental. También expresó dos anhelos concretos: que su familia tenga tiempo para compartir actividades con él y poder tener su propia habitación.

La convocatoria para adoptarlo cerró el martes al mediodía. Para Scicchitani, el caso de Nata deja una enseñanza más amplia: "Esta es la convocatoria número 81 del RUAGA. Hay muchos chicos y chicas que esperan una familia tanto como él. Hay que romper el tabú de que los adolescentes no se pueden adoptar".

"Hay muchos Natas más en el país. Si logramos unir a las familias que hoy se movilizaron con esos chicos, podríamos cambiar la sociedad", concluyó.