La confirmación de los primeros casos en Argentina del subclado K de la influenza A (H3N2), conocido popularmente como "supergripe", reactivó la alerta sanitaria y llevó al Ministerio de Salud de la Nación a reforzar recomendaciones clave para el abordaje de la enfermedad. Entre ellas, volvió a poner en el centro de la escena a un medicamento ampliamente conocido desde la pandemia de gripe A de 2009: el oseltamivir, comercializado bajo el nombre Tamiflú.
En su último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), difundido este lunes, la cartera sanitaria subrayó que el tratamiento antiviral con oseltamivir constituye "una herramienta terapéutica complementaria a la vacunación", con especial utilidad en pacientes que presentan factores de riesgo para desarrollar complicaciones asociadas a la influenza.
Según detalla el informe oficial, la mayor efectividad del fármaco se observa cuando su administración se realiza dentro de las primeras 48 horas desde el inicio de los síntomas. No obstante, el Ministerio aclaró que existe evidencia científica que demuestra beneficios incluso cuando el tratamiento se inicia de manera más tardía, particularmente en casos de enfermedad grave o en pacientes hospitalizados.
"El oseltamivir es un inhibidor de la neuraminidasa que ha demostrado reducir la duración de los síntomas y la incidencia de complicaciones en pacientes ambulatorios con alto riesgo", señala el BEN. Asimismo, agrega que en pacientes internados con cuadros severos de influenza se ha documentado una disminución tanto en la duración de la hospitalización como en el riesgo de mortalidad, especialmente cuando el antiviral se indica en forma temprana.
Sin embargo, las autoridades sanitarias advirtieron sobre la importancia de un uso racional del medicamento. "El uso indiscriminado del fármaco podría favorecer la aparición de resistencia", alertaron, por lo que remarcaron que su prescripción debe realizarse bajo indicación médica y en el marco de criterios clínicos definidos.
En ese sentido, el informe epidemiológico destacó un dato tranquilizador: durante el año 2024, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas "Dr. Carlos G. Malbrán" no detectó un aumento de cepas resistentes al oseltamivir entre los virus de influenza que circulan en el país. Además, el Ministerio enfatizó que no es necesario esperar la confirmación de laboratorio para iniciar el tratamiento antiviral cuando el cuadro clínico lo amerita.
El avance del subclado K en la región
En paralelo, el BEN brindó un panorama actualizado sobre la expansión del subclado K de la influenza A (H3N2) en la región y en el hemisferio norte. El pasado 18 de diciembre, Brasil se sumó a la lista de países con detección del virus, tras identificar un caso importado, sin evidencia de transmisión local hasta ese momento.
Durante el mismo mes, Costa Rica notificó la circulación de la variante, mientras que Perú confirmó dos casos pediátricos. Chile, en tanto, informó la detección del subclado K a partir de muestras analizadas en su territorio. En América del Norte, particularmente en Estados Unidos y Canadá, se registró un aumento sostenido de detecciones de influenza A (H3N2) correspondientes a esta variante, en un contexto de mayor actividad gripal.
En Argentina, hasta el momento, se confirmaron tres casos. Dos de ellos corresponden a adolescentes de 13 y 15 años, residentes en la provincia de Santa Cruz, uno de los cuales presentó co-detección de Covid-19. El tercer caso fue identificado en un niño de 5 años que debió ser internado en el Hospital Garrahan, en la Ciudad de Buenos Aires.
Las autoridades sanitarias reiteraron la importancia de la vacunación antigripal como principal herramienta de prevención, especialmente en los grupos de riesgo, y llamaron a la población a consultar de manera temprana ante la aparición de síntomas compatibles con influenza.