Un hombre de 33 años murió al caer 12 metros desde una roca cuando se acercó al borde para tomarse una selfie en una playa de Río de Janeiro. Igor de Oliveira Rodrigues Dias sufrió heridas fatales al estrellar su cabeza contra las piedras del fondo. Los bomberos lo atendieron rápidamente, pero fue declarado muerto en el lugar. Su cadáver fue retirado de la playa Joatinga en un helicóptero.
Su madre, Luiza, les contó a los medios locales que Igor había ido a celebrar con un amigo. “Hablé con él, le pregunté dónde estaba. Me respondió que estaba en la playa. Pero no sé por qué decidió escalar esa roca tan alta”, aseguró y lamentó: “Tenía toda una vida por delante”.
Oliveira era hijo único. Se graduó en la Universidad Federal de Río de Janeiro y tenía dos títulos de posgrado. Fue enterrado el 12 de noviembre. Su padres estaban devastados. “Él murió antes que yo y no lo acepto”, dijo Jonas Dias, su padre.
Los peligros por una foto
El vocero de los Bomberos de Río de Janeiro, Fabio Contreiras, alertó sobre los peligros de acercarse a los bordes de las rocas, lo importante que es evitar exponerse por una foto y, siempre que sea posible pedirle ayuda a alguien más.
En un estudio publicado por la Fundación iO de España, se reveló que murieron 379 personas desde el 2008 hasta el 2021 por tomarse una foto extrema. De acuerdo con las estadísticas, murió una persona cada 13 días. El riesgo es mayor cuando la persona no conoce el sitio turístico, por ende, ignora cuán expuesta está.
Las caídas desde lugares altos es la primera causa, seguida por selfies en medios de transporte y ahogamientos. En el orden de países, Brasil se encuentra en el quinto lugar con 17 muertes.
