El talento precoz de Faustino Oro volvió a quedar en evidencia en una de las competencias más importantes del país. El joven ajedrecista de 12 años protagonizó un triunfo histórico en la segunda jornada de la serie final del 100° Campeonato Argentino Superior de Ajedrez, al derrotar —con piezas negras— al reconocido gran maestro y pediatra Diego Valerga, de 54 años. La partida, una de las más esperadas de la ronda, se extendió por casi cinco horas y mantuvo en vilo tanto a los espectadores presenciales como a quienes seguían la cobertura en tiempo real.

La victoria de Oro no solo tuvo valor deportivo por tratarse de un enfrentamiento directo contra uno de los jugadores más experimentados del país, sino también por el modo en que la obtuvo. Ante un rival con un profundo conocimiento estratégico y décadas de trayectoria, el niño prodigio desplegó una solidez notable en la apertura, precisión en el medio juego y una madurez llamativa en los momentos críticos de la partida. Con ataques calculados y una defensa firme, logró imponerse en un final que exigía exactitud y sangre fría.

Con este resultado, Oro alcanzó los 1,5 puntos y se sumó a la cima de la tabla de posiciones, donde comparte liderazgo con los salteños Pablo Acosta y Julián Villca, quienes también tuvieron un inicio sólido en esta edición del torneo. La actuación del joven no solo confirma su proyección internacional —ya considerada una de las más prometedoras del continente— sino que además lo posiciona como uno de los contendientes serios al título, pese a enfrentarse con ajedrecistas de trayectoria muy superior en edad y experiencia.

El desarrollo de la partida frente a Valerga fue especialmente atractivo para los analistas. Desde la apertura, Oro planteó un esquema flexible con negras, evitando entrar en líneas demasiado conocidas por su rival. Valerga intentó presionar desde el centro, buscando una ventaja posicional, pero el joven supo neutralizar los intentos utilizando maniobras precisas y cambios oportunos de piezas. En el medio juego, Oro encontró un plan activo en el flanco de rey que le permitió generar desequilibrios. Aunque Valerga defendió con solidez, una imprecisión en un momento crucial abrió la puerta para que Oro tomara la iniciativa definitiva.

La fase final mostró una de las cualidades más destacadas del niño: su capacidad para calcular variantes complejas con velocidad y seguridad. Sin apresurarse, administró la ventaja y forzó una posición insostenible para el gran maestro, que finalmente concedió el punto.

El torneo, que reviste un valor simbólico especial por tratarse de la 100ª edición del Campeonato Argentino Superior, reúne a los jugadores más fuertes del país y se desarrolla bajo un formato de serie final entre los mejores clasificados. Para Oro, esta competencia representa un nuevo desafío en el marco de su ascendente carrera, que ya incluye actuaciones destacadas en competencias internacionales juveniles y abiertas profesionales.

A medida que avance el campeonato, el desempeño del joven prodigio será uno de los focos principales de atención. Sus primeros pasos en el certamen ya demostraron que no solo compite de igual a igual con los grandes nombres del ajedrez argentino, sino que además está preparado para ganarles en partidas de alto nivel. La expectativa crece: cada jornada parece escribir un nuevo capítulo en la sorprendente historia de Faustino Oro.