La derrota de Boca ante Defensa y Justicia volvió a encender las alarmas, aunque esta vez el foco no estuvo puesto únicamente en lo futbolístico. Miguel Ángel Russo, de 69 años, no pudo estar en el banco de suplentes en Florencio Varela y su lugar fue ocupado por Claudio Úbeda, su principal ayudante. El cuerpo técnico decidió otorgar 48 horas de descanso al plantel, que recién regresará a los entrenamientos este martes.

La razón de la ausencia del DT tiene que ver con su salud, un tema que mantiene en vilo al mundo Boca. Desde hace tres semanas, Russo pasa más tiempo en la clínica Fleni que en el predio de Ezeiza. Ya debió ser internado en dos ocasiones: primero por una infección urinaria y luego por valores altos de bilirrubina. Si bien recibió el alta, los especialistas recomendaron que evite la exposición en canchas y lugares con riesgo de contagio de virus.

En este contexto, Juan Román Riquelme ya tomó una decisión: Russo seguirá siendo el entrenador de Boca hasta el final del Torneo Clausura, salvo que él mismo decida dar un paso al costado. Si no puede estar al frente del equipo, Úbeda asumirá interinamente en entrenamientos y partidos.

Las últimas imágenes del DT generaron preocupación. Durante el duelo con Aldosivi fue captado casi dormido bajo una campera que hacía de abrigo, y en la Bombonera se lo vio muy delgado en una foto junto a Riquelme. Desde la dirigencia piden prudencia y buscan protegerlo de la exposición mediática.

"Las decisiones importantes las toma Miguel, todo lo consensuamos permanentemente", aclaró Úbeda en conferencia de prensa, en medio de las críticas por la derrota 1-2 ante Defensa.

De cara al duelo del próximo domingo frente a Newell's en la Bombonera, el cuerpo técnico espera la recuperación de Edinson Cavani, ausente en los últimos dos partidos por una distensión en el psoas derecho, y de Carlos Palacios, que no jugó por una molestia en el músculo pectíneo. Ambos podrían volver al equipo titular.