En el mismo escenario donde, apenas una semana atrás, Lionel Messi celebraba la obtención de la MLS con el Inter Miami, esta vez fueron los juveniles de River Plate quienes acapararon la atención del fútbol internacional. La categoría Sub 16 del club de Núñez se consagró campeona de la Messi Cup tras vencer por 2 a 0 al Atlético de Madrid en la final disputada en el Chase Stadium, con una actuación estelar de Bruno Cabral, autor de los dos goles del partido decisivo.
El equipo dirigido por Martín Pellegrino cerró un torneo inolvidable y se quedó con el certamen organizado por el capitán de la Selección Argentina, imponiéndose frente a algunas de las academias más prestigiosas del planeta. La consagración fue celebrada con orgullo por un grupo de jóvenes futbolistas que no sólo levantaron un trofeo internacional, sino que también ratificaron el prestigio histórico de River como una de las mejores canteras del mundo.
El camino al título estuvo marcado por actuaciones de alto nivel. River derrotó a Inter de Milán, Chelsea y Atlético de Madrid, empató ante Barcelona y sólo cayó frente a Manchester City, en un encuentro en el que, según el análisis de propios y extraños, mereció un mejor resultado. El balance general dejó en evidencia la solidez, el carácter competitivo y la identidad futbolística de un equipo que nunca se sintió inferior ante los gigantes europeos.
La participación en la Messi Cup no fue casualidad ni una sorpresa aislada. Este mismo plantel venía de consagrarse campeón de Octava División en el fútbol argentino con una campaña notable: 78 puntos en 31 partidos, producto de 25 triunfos, tres empates y apenas tres derrotas. Lejos de conformarse con ese logro, los juveniles viajaron a Miami con un objetivo claro: competir y ganar. Y lo hicieron sin complejos, respaldados por el trabajo formativo y la tradición que distingue a River en divisiones inferiores.
En ese contexto, el rendimiento colectivo se potenció ante los ojos del mundo, pero hubo un nombre propio que se llevó todos los flashes: Bruno Cabral. El delantero fue la gran revelación del torneo y se consagró como goleador y MVP de la Messi Cup. En la final, marcó los dos tantos que sellaron el triunfo ante el Atlético de Madrid y cerró el certamen con siete goles en cinco partidos, una cifra impactante que refleja su voracidad ofensiva.
El rendimiento de Cabral en Miami fue la continuidad de una temporada extraordinaria. En Octava División, convirtió 34 goles en 28 partidos, mientras que con la Selección Argentina Sub 15, en la Liga Evolución, anotó diez tantos en cinco encuentros. Con los siete goles de la Messi Cup, cerró el año con un total de 51 goles en 38 partidos. "Me inspiro en Julián Álvarez, él es mi ídolo. Trato de imitar su forma de jugar. Igual, lo más importante es ayudar al equipo para poder ganar. Estamos todos muy contentos", expresó el delantero tras recibir el premio al mejor jugador del torneo.
Las cifras de Cabral impresionan aún más al observarlas en perspectiva: entre 2024 y 2025 acumula 81 goles en 64 partidos con las juveniles de River y la Selección Sub 15. Además, ya suma importantes distinciones individuales, como haber sido máximo goleador de todas las Juveniles de AFA en 2024 y 2025, artillero del Sudamericano Sub 15 y, ahora, goleador y MVP de la Messi Cup.
Sin embargo, puertas adentro en River mantienen la cautela. Cabral tiene apenas 15 años y todavía se encuentra en pleno proceso de formación. Su evolución deberá ser acompañada con paciencia y responsabilidad por los formadores del club. Incluso desde lo reglamentario, deberá esperar para dar el siguiente paso: no podrá firmar su primer contrato profesional hasta el 16 de agosto de 2026, cuando cumpla 16 años.
Más allá de la figura del goleador, el éxito de esta Sub 16 se explica por un funcionamiento colectivo sólido y equilibrado. Joaquín Amor, autor de dos goles en el torneo y de una chilena en la final; Felipe López, cerebro del equipo en la gestación del juego; Valentín Sayago, clave por su precisión en el pase filtrado; una defensa firme y un Estéfano Sarro seguro bajo los tres palos completan un equipo que se destacó por su identidad y su juego asociado.
La Sub 16 de River volvió a demostrar que el verdadero valor de su cantera está en el trabajo colectivo, la formación integral y una idea futbolística que trasciende nombres propios. En Miami, los pibes del CARP no sólo levantaron un trofeo: reafirmaron el lugar de River entre las mejores escuelas de fútbol del mundo.
