Cada 12 de diciembre, Boca Juniors celebra el Día del Hincha, una fecha que ocupa un lugar destacado en el calendario xeneize, aunque no esté asociada a la obtención de un título ni a un aniversario de fundación. Se trata, más bien, de una conmemoración ligada a la identidad profunda del club y al reconocimiento de un símbolo que trascendió generaciones: el apodo del "Jugador Número 12".

La historia se remonta a 1925, cuando Boca emprendió la primera gira europea realizada por un club argentino, un viaje tan largo como desafiante que representó un hito deportivo e institucional. Fue en aquella travesía donde surgió un episodio que daría origen a una de las marcas más distintivas de la hinchada boquense.

Entre los integrantes de la delegación que viajó a Europa estaba Victoriano Agustín "Toto" Caffarena, socio e hincha ferviente que se incorporó al grupo no como jugador, sino como colaborador directo del plantel. Durante la gira, Caffarena desarrolló múltiples tareas: ofició de utilero, acompañó en la logística del equipo, brindó asistencia como masajista y, además, aportó recursos económicos personales para garantizar que el viaje pudiera completarse en medio de las dificultades organizativas y financieras de la época.

Su presencia, su esfuerzo permanente y su compromiso emocional con el equipo no pasaron desapercibidos. Fue el delantero Agustín Cerroti quien decidió bautizarlo en tono afectuoso como "el Jugador Número 12", una manera simbólica de integrarlo al plantel pese a que no pisaba el campo de juego. El gesto reflejaba la importancia que había adquirido Caffarena en la vida cotidiana del equipo, como representante de esa pasión extra que aporta el hincha.

Con el correr de los años, el apodo dejó de identificarse con una sola persona para transformarse en un concepto colectivo. A partir de la década del 70, la idea del "Jugador Número 12" comenzó a representar a toda la hinchada de Boca, convertida en una parte esencial del imaginario del club. El número —el 12— pasó a ser una marca simbólica asociada a la mística de la Bombonera y a la manera en que los simpatizantes influyen en los partidos y en la cultura institucional.

Mucho tiempo después, en 2012, los propios hinchas impulsaron la formalización de una fecha conmemorativa. Aprovechando la particularidad del 12/12/12, miles de simpatizantes se concentraron en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires en una convocatoria masiva que terminó de establecer ese día como la jornada oficial del hincha. Desde entonces, cada aniversario se repite con festejos que fueron mudándose progresivamente hacia la Bombonera, donde el club organiza actividades especiales, música, visitas guiadas y encuentros destinados a socios y simpatizantes de todas las edades.

Con el paso de los años, el 12 de diciembre se incorporó definitivamente como parte del calendario anual de Boca Juniors y como una de las manifestaciones más visibles de la identidad "xeneize". La fecha no solo recuerda el origen del apodo que identifica a la parcialidad boquense, sino que también celebra la relación histórica entre el club y su gente, un vínculo que se alimenta de memoria, pasión y simbología compartida.

Hoy, el Día del Hincha de Boca continúa siendo un espacio de celebración, orgullo y pertenencia, donde la comunidad xeneize honra su historia y reafirma una idea que se mantiene vigente desde aquella gira de 1925: que la hinchada, como el "Jugador Número 12", sigue siendo un protagonista central en la vida del club.