River y Boca se medirán este domingo en una nueva edición del Superclásico del fútbol argentino. En la previa del encuentro, se registraron corridas y desmanes en los alrededores del estadio Monumental. Hasta el momento, hay ocho personas detenidas. En la zona de Udaondo y Avenida del Libertador, la situación se descontroló a las 17, es decir, media hora antes del comienzo del partido.

Los fanáticos en los alrededores del estadio denunciaron que no los dejaron pasar a pesar de que tenían entradas para ver el partido. Esa habría la causa del inicio de los disturbios.

Algunos de los afectados por esta disposición de cerrar los accesos se enfrentaron con la Policía. La fuerza inmediatamente se desplegó para evitar que la situación pase a mayores.

Los efectivos respondieron con disparos de balas de goma y con el agua de los carros hidrantes luego de que algunos hinchas les arrojaran botellas y piedrazos. También hubo algunos vehículos estacionados en la zona que sufrieron destrozos.

Cerca de las 17.30 se reportaron cinco personas detenidas a causa de los desmanes. Luego se sumaron otras tres. Además, un oficial de la División de Operaciones Urbanas (DOU) sufrió una herida en el rostro producto del impacto de una botella de vidrio.

"Me dijeron que está colmada la capacidad, quiere decir que alguien está en mi lugar", denunció un socio de River ante las cámaras de TN. Ante su intento por ingresar, la Policía le dijo -sin dar mayores explicaciones-: "No puede ingresar, está cerrado".

Minutos después, un integrante del operativo de la Policía de la Ciudad explicó ante las cámaras: "Las puertas se cerraron porque la capacidad del estadio ya está colmada".

"Tienen que hablar con el club, no es un tema del operativo", les dijo a los socios que que se quedaron afuera.

A pesar de la situación que se registró en los alrededores, el partido comenzó en el horario programado.