Este jueves, los bonos argentinos registraron un aumento en su valor, mientras que el riesgo país se ubicó en 859 puntos, el nivel más bajo desde agosto de 2019, según el indicador elaborado por JP Morgan. Este repunte positivo en los activos argentinos también contagió a las acciones de empresas locales que operan en Wall Street, con subas de hasta 6,9%.
El optimismo en los mercados está impulsado por la expectativa de que Donald Trump, próximo presidente de Estados Unidos, apoye al gobierno entrante de Javier Milei en la renegociación con el FMI para flexibilizar el exigente cronograma de pagos de 2025. Este posible respaldo genera expectativas de un contexto financiero más favorable para la economía argentina.
A mitad de jornada, los bonos argentinos en dólares subían hasta un 1,5%, mientras que el riesgo país retrocedía 17 puntos, ubicándose en 852. Las acciones argentinas en Wall Street también reflejaron esta tendencia positiva, con Globant subiendo un 6% y Loma Negra un 4,8%.
Desde la victoria de Trump, el mercado ha reaccionado positivamente, especulando que el nuevo mandatario podría intervenir ante el FMI para asegurar un apoyo financiero continuo para Argentina. Esta expectativa ha generado una desaceleración en la caída de los bonos y acciones argentinas, diferenciándose de otros activos emergentes, que reaccionaron a la baja ante la noticia.
Analistas de Max Capital, sin embargo, han señalado que, si bien un mayor respaldo del FMI podría ser positivo, también existen riesgos importantes. "La opcionalidad siempre es positiva, pero los inversores deberían considerar los riesgos de asumir aún más deuda de un acreedor senior", advirtieron. Un nuevo programa con fondos frescos, estimado en US$10.000 millones, aumentaría la exposición de Argentina ante el FMI a más del 1200% de su cuota, una situación sin precedentes para el organismo.
De acuerdo con Max Capital, los fondos adicionales probablemente vengan con restricciones para su uso, impulsando al gobierno argentino a priorizar la acumulación de reservas y el superávit fiscal antes que la intervención en el mercado cambiario.
A pesar del optimismo en el corto plazo, la gestión de Donald Trump podría traer desafíos para los mercados emergentes, incluida Argentina. Un fortalecimiento del dólar a nivel global, junto con la presión sobre los precios de los commodities y un incremento en la tasa libre de riesgo, complicarían la estrategia del Gobierno para estabilizar el tipo de cambio. Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) advirtieron sobre los riesgos de un nuevo ciclo de dólar fuerte que podría impactar negativamente en los países emergentes. Sin embargo, reconocieron que la situación argentina parece estar impulsada en gran medida por el factor político y la posibilidad de un alineamiento más estrecho con Estados Unidos.
Otra preocupación a nivel global es una posible escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, un conflicto que tuvo su primer episodio durante el anterior mandato de Trump y que podría intensificarse con su regreso al poder. "La victoria del candidato republicano es muy buena para Estados Unidos, pero no para el resto del mundo", afirmó Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment. Según Chialva, un respaldo del FMI podría aliviar las necesidades inmediatas, pero a largo plazo, "sería pan para hoy y hambre para mañana".
En conclusión, mientras el mercado continúa respondiendo favorablemente ante la expectativa de apoyo de Trump y una potencial renegociación con el FMI, los analistas advierten sobre los riesgos asociados a una mayor deuda y los desafíos económicos que podría traer un contexto global más adverso.