La Bolsa de Buenos Aires y el mercado financiero argentino han comenzado 2025 con movimientos positivos que destacan por su fortaleza y estabilidad. En un entorno internacional sin grandes sobresaltos, los activos locales continúan consolidándose tras un año 2024 excepcional, impulsados por expectativas macroeconómicas favorables y avances en la negociación de la deuda externa. Este panorama plantea oportunidades y retos que podrían marcar un punto de inflexión para la economía del país.
El S&P Merval alcanza nuevos récords
El índice accionario S&P Merval, principal referente de la Bolsa de Buenos Aires, cerró una semana de alta volatilidad con un alza del 1,2%, alcanzando un récord histórico de 2.728.911 puntos. Este desempeño destaca tras un incremento acumulado del 172,5% durante 2024, marcando su mejor performance desde 2003. En términos de dólares, el índice creció un 121,1%, señalando una mejora sostenida en la confianza de los inversores.
Detrás de este impulso se encuentra una combinación de factores locales e internacionales. Las expectativas de estabilidad inflacionaria, un posible equilibrio fiscal y las negociaciones avanzadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) generan optimismo entre los operadores. Además, el gobierno argentino ha mostrado solvencia al cubrir vencimientos clave, incluyendo los correspondientes a los Bonares y Globales de enero, mediante mecanismos como los repos a tres años y la conversión de superávit fiscal en dólares.
El riesgo país alcanza mínimos en seis años
Otro indicador que refuerza el buen momento del mercado argentino es el descenso del riesgo país a 609 puntos básicos, su nivel más bajo desde noviembre de 2018. Este descenso, que representa una reducción de 1.400 puntos a lo largo del 2024, refleja la mejora en la percepción internacional sobre la capacidad del país para honrar su deuda.
Analistas del mercado apuntan que este escenario es producto de una combinación de políticas económicas más disciplinadas y expectativas sobre un acuerdo con el FMI que podría liberar nuevos fondos para reforzar las reservas del Banco Central (BCRA). Este acuerdo también sería clave para avanzar en la eliminación de los controles cambiarios, uno de los principales objetivos de la administración de Javier Milei.
La estrategia del Gobierno frente a los vencimientos
El Gobierno ha adoptado una postura activa para garantizar la solvencia del país en los primeros meses de 2025. Con una recaudación fiscal que aumentó un 205,6% interanual en 2024, superando en 80 puntos a la inflación, el Tesoro nacional ha utilizado parte del superávit para convertir pesos en dólares. Actualmente, las reservas del BCRA se sitúan en USD 5.698 millones, una cifra suficiente para cubrir los pagos de deuda hasta julio.
En paralelo, el gobierno evalúa opciones de financiación adicional con el FMI o con fondos privados. Estas negociaciones, previstas para concluir entre febrero y marzo, buscan reforzar las reservas y facilitar la transición hacia un mercado de cambios más libre.
Perspectivas para 2025: ¿Un mercado financiero resiliente?
Los analistas coinciden en que el comportamiento del mercado financiero argentino en 2025 dependerá en gran medida del resultado de las elecciones legislativas de octubre y de la continuidad de las políticas económicas actuales. Según Capital Markets Argentina, la renta fija estará estrechamente ligada a los avances políticos y a la capacidad del gobierno de implementar reformas estructurales sin generar tensiones sociales significativas.
Mientras tanto, los inversores continúan mostrando confianza en los activos locales, aprovechando las oportunidades que ofrecen los precios actuales. Este optimismo se ve respaldado por estudios recientes que indican un cambio positivo en la percepción ciudadana sobre la economía bajo la administración Milei.
El arranque de 2025 trae consigo un clima de optimismo moderado para el mercado financiero argentino. Con un S&P Merval en máximos históricos, un riesgo país en descenso y reservas suficientes para afrontar vencimientos clave, el país parece estar en una senda de recuperación. Sin embargo, los retos estructurales y las incógnitas políticas aún plantean interrogantes sobre la sostenibilidad de este progreso.
En este contexto, las negociaciones con el FMI y la capacidad del gobierno para equilibrar sus políticas económicas y sociales serán determinantes para consolidar la confianza de los inversores. El mercado financiero argentino tiene el potencial de seguir atrayendo capital y fortaleciendo su posición, siempre y cuando se mantenga el compromiso con la estabilidad macroeconómica y las reformas necesarias.