Las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) registraron en mayo una caída interanual del 2,9% a precios constantes, según informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En términos mensuales desestacionalizados, el descenso fue del 0,7% respecto de abril.

A pesar de la baja puntual del mes, el acumulado de 2025 continúa mostrando una suba del 11% frente al mismo período de 2024.

El informe de CAME destaca que, en los últimos meses, la actividad comercial mostró signos de retracción, en un escenario marcado por menor disponibilidad de recursos, ajustes de precios, mayores exigencias operativas y una creciente competencia tanto de canales online como del comercio informal.

En mayo, se evidenció una tendencia hacia el consumo más medido, con una circulación algo menor en los centros comerciales y una fuerte disputa por atraer compradores.

Los rubros más afectados

De los siete rubros relevados, solo dos mostraron crecimientos interanuales: Perfumería, con un incremento del 5,2%, y Farmacia, con una suba del 1,5%.

En contraste, los sectores más golpeados fueron Alimentos y bebidas (-7,6%), Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción (-2,6%), Textil e indumentaria (-1,6%) y Calzado y marroquinería (-0,5%). Por su parte, el rubro Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles se mantuvo sin variaciones significativas respecto al año anterior.

Panorama general del sector

Consultadas por CAME, el 58,3% de las empresas afirmó que su situación económica se mantiene estable en relación con 2024. En tanto, un 28% indicó que está peor que hace un año, mientras que solo el 13,6% reportó mejoras.

"El comercio minorista continúa enfrentando un escenario de cautela, con caída de ventas, márgenes reducidos y dificultades para sostener la rentabilidad", señaló el informe. Los rubros más sensibles, como alimentos, calzado, ferretería e indumentaria, se ven particularmente afectados por el bajo poder adquisitivo, la falta de financiamiento y la competencia informal o importada.

A pesar de los esfuerzos de los comerciantes por adaptarse mediante estrategias digitales, promociones o planes de financiamiento, la incertidumbre económica condiciona las decisiones de consumo e inversión. Muchos comercios optan por liquidaciones anticipadas o postergan inversiones para preservar liquidez.

No obstante, algunos actores logran mejoras puntuales mediante programas de fidelización o canales digitales. Rubros como Farmacia se mantienen relativamente estables, en tanto el sector en su conjunto espera medidas que otorguen previsibilidad y reimpulsen la demanda.