• Dólar
  • BNA $1400 ~ $1450
  • BLUE $1405 ~ $1425
  • TURISTA $1820 ~ $1820

27 C ° ST 26.54 °

Unión Radio 91.3 en vivo

Crisis productiva

Yerba mate en crisis: la cosecha cayó 30% y los productores advierten un colapso

Los bajos precios, los pagos en cuotas y la falta de autoridades en el INYM paralizaron la actividad yerbatera. La caída de la cosecha ya impacta en el empleo, el comercio local y las exportaciones.

4 Mayo de 2025 09.48

La cosecha de yerba mate se desplomó durante el primer trimestre de 2025, con una caída superior al 30% respecto al mismo período del año pasado. El impacto se siente con fuerza en Misiones y Corrientes, donde los productores decidieron frenar la recolección ante una ecuación económica insostenible.

Las rutas sin camiones cargados y las chacras detenidas son el nuevo paisaje en el litoral. "Esto se veía venir", señaló Cristian Klingbeil, referente de los productores agropecuarios de Misiones. "La gente dejó de cosechar porque no le queda nada. No hay movimiento, no hay yerba circulando, y no es una estadística: es lo que vemos todos los días".

Los productores prefieren dejar la hoja en la planta antes que enfrentar una campaña con pérdida asegurada. "Si no deja ganancia y encima genera problemas laborales, ¿para qué arriesgarse? La planta se recupera mejor si no se toca", explicó Klingbeil, confirmando que la caída en la entrega a secaderos es contundente.

Precios bajos y pagos en cuotas: una ecuación inviable

El origen del conflicto es económico. El precio que reciben los productores por la hoja verde no cubre los costos. En muchos casos, se pagan entre $230 y $250 por kilo, con plazos de 60 a 90 días. Algunos compradores ofrecen $300, pero en 12 cuotas sin interés.

"Ese esquema es insostenible", afirmó Klingbeil. "Te adelantan algo para cortar, pero después te pagan en cuotas hasta el año siguiente. Con esta inflación, el productor queda completamente desfinanciado".

Frente a este escenario, el sector tomó una decisión drástica: congelar las paritarias de los obreros rurales, ante la imposibilidad de afrontar aumentos salariales para los tareferos. Incluso desde la UATRE reconocieron que no se pueden exigir mejoras en un contexto en el que los precios están por debajo de los costos.

Un freno que paraliza a toda la región

La crisis no afecta solo al campo. La caída de la cosecha frenó también la actividad comercial en los pueblos yerbateros. Almacenes, talleres, ferreterías y transportistas ya sienten la pérdida de ingresos.

"Cuando el productor no trabaja, todo se detiene. Nadie arregla el tractor, nadie compra electrodomésticos, nadie gasta en el pueblo", advirtió Klingbeil. La yerba es el motor económico regional, con un fuerte impacto en el empleo directo e indirecto. Hoy, la parálisis afecta a tareferos, pequeños comercios y familias enteras.

También cayó el trabajo a destajo, base del empleo rural en el nordeste. "Son días y semanas de ingreso perdido", señaló el productor. "La situación es cada vez más insostenible. Venimos aguantando, pero no sabemos hasta cuándo".

Un INYM paralizado y sin conducción

A esta crisis estructural se suma un vacío político: el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) lleva más de un año sin autoridades designadas. El organismo permanece acéfalo, sin capacidad para fijar precios, habilitar líneas de financiamiento ni controlar las condiciones de pago.

En ese vacío, los grandes secaderos y molinos imponen sus condiciones comerciales, profundizando el desequilibrio con los pequeños productores. Por eso, desde el sector reclaman que el gobierno nacional designe con urgencia nuevas autoridades y restituya la operatividad del INYM.

Exportaciones en baja y presión sobre el mercado interno

Otro dato que preocupa es la caída de las exportaciones. En lo que va del año, las ventas al exterior bajaron entre un 15% y un 16%, y Argentina pierde terreno frente a competidores como Brasil y Paraguay.

"Con esta inflación, nuestras exportaciones se encarecen y quedamos fuera de competencia. Perdemos mercados por no poder sostener una estructura de costos razonable", explicó Klingbeil. Esta pérdida de competitividad también golpea al mercado interno, donde las empresas bajan el precio de compra ante la imposibilidad de colocar producto en el exterior.

Un futuro incierto para toda la cadena yerbatera

El sector reclama medidas urgentes: precios justos, créditos accesibles y reglas claras que impidan abusos comerciales. Sin respuestas, la actividad se encamina hacia un colapso con impacto productivo, social y económico en toda la región.

La yerba mate enfrenta uno de los momentos más críticos de su historia reciente. Paradójicamente, no por una mala cosecha climática, sino por un modelo económico que excluye a los productores y concentra el poder de mercado. Sin políticas públicas ni conducción institucional, el futuro del sector está en la cuerda floja.