El equipo de rescate marroquí logró sacar al pequeño Rayan del fondo del pozo de 32 metros de profundidad en el que estaba atrapado desde hace cinco días. El niño de cinco años fue sacado urgentemente del agujero perforado e ingresado en una ambulancia que aguardaba en el lugar en medio de un gran despliegue de seguridad. Todavía no hay reportes oficiales sobre su estado de salud.

Los efectivos de rescate lograron llegar este sábado hasta el fondo del pozo donde se encontraba Rayan después de excavar esta profundidad siguiendo una técnica de perforación vertical y después horizontal.

 El vocero del comité de vigilancia y seguimiento de rescate, Abdelhadi Tamrani, había dicho esta mañana que los rescatistas trabajaban con “la gran esperanza” de salvarlo.

La emoción y el llanto sacudieron a las personas que se encuentran apostadas en el lugar luego de que los rescatistas y médicos aparecieron con el niño en camilla. 

A la salida del tunel, la policía formó un cordón hasta la ambulancia que esperaba unos metros más adelante.

“Respira con dificultad pero está vivo”, había dicho uno de los socorristas horas antes. Es que la cámara mostraba que Rayan se movía y su padre confirmó: “Le hablé de lejos por radio, escuché su respiración, respira con dificultad pero está vivo”, según la agencia italiana ANSA. 

Un equipo de bomberos y una ambulancia, en la que permanecían los padres del niño, aguardaban a la entrada del túnel el momento de intervenir. Un helicóptero con material médico estaba igualmente en las inmediaciones.

En las imágenes obtenidas por una cámara sonda, Rayan aparecía “recostado de espaldas” en el recodo de ese estrecho pozo, pero es “imposible afirmar con certeza si está vivo”, explicó Tamrani este sábado por la mañana.

Los socorristas enviaron oxígeno y agua a través de tubos y botellas, sin ninguna certeza de que el niño haya podido utilizarlos.