En la madrugada del 11 de julio de 1973, pasando unos minutos de las 3 de la mañana en el Aeropuerto de Galeão de Río de Janeiro, Brasil, y el vuelo 820 de Varig se prepara para partir rumbo a París-Orly, Francia. 

Varig, siglas de Viação Aérea Rio Grandense, un dato no menor es que  fue la primera aerolínea fundada en Brasil, en 1927, y desde 1965 hasta 1990 fue líder de este país y la única aerolínea internacional. 

Al mando del avión se encuentraba el capitán Gilberto Araujo Da Silva, de 49 años y con 17.959 horas de vuelo. Lo acompañaba el primer oficial y copiloto Alvio Basso, de 46 años, y una experiencia de vuelo de 12.613 horas.

En aquellos tiempos previos a la informatización de las cabinas, la tripulación técnica de cabina contaba también con la figura de un ingeniero de vuelo, Claunor Bello, de 38 años, y un navegante, Zilmar Gomes da Cunha, de 43. Además, al tratarse de un viaje transatlántico, la aeronave cuenta con una tripulación de relevo compuesta por el capitán Antonio Fuzimoto, de 45 años, el primer oficial Ronald Utermoehl, de 23, el ingeniero de vuelo Carlos Nato Diefenthaler, de 38, y el navegante Salvador Ramos Heleno, de 45.

Completan el total de la tripulación 9 auxiliares de vuel,  y 117 pasajeros, por lo que el total de personas a bordo asciende a 145.

La hora de la tragedia: 13:58 horas

En cabina todo transcurre con normalidad. Los pilotos continúan los preparativos para el aterrizaje. Nadie a bordo imaginó que algo espantoso estaba a punto de ocurrir. De repente, se hace realidad una de las mayores pesadillas de un piloto y empiezan a sonar varias alarmas: se registra que hay fuego en el avión.

Rápidamente, el capitán Da Silva toma el control. La tripulación comienza a buscar el origen del mismo, en tanto notifica la situación a control de tráfico aéreo (ATC) y solicita proceder a realizar un descenso de emergencia.

Se registró el pedido del aterrizaje:

- Varig 820: Orly, Mayday, Mayday, Mayday... Vuelo 820 declarando emergencia por fuego a bordo. Solicitamos descenso de emergencia inmediato.
- ATC: Entendido, Varig 820. Autorizados para descender a 3.000 pies. Procedan directos a pista 07. Autorizados para aterrizar.

La tripulación no consigue averiguar el origen del fuego y un denso y oscuro humo empieza a introducirse en la cabina y a ocasionar en los ocupantes serios problemas para respirar. Los pilotos, rápidamente, se ponen las máscaras de oxígeno mientras prosiguen con el descenso de emergencia.

El humo es tan denso que el capitán ya no podía ver ninguna pista de aterrizaje, y la aeronave  termina colisionando con algunos árboles pequeños, pero consigue aterrizar en un campo, a unos 5 kilómetros del aeropuerto, cerca de Saulx-les- Chartreux: es un aterrizaje muy duro. El tren colapsa, parte de las alas quedan destruidas y los motores se desprenden en el posterior derrape, sin embargo, el fuselaje queda intacto. Aun así, surge un nuevo incendio que envuelve totalmente el avión, se lo considera el fuego fatal.

Finalmente, diez personas, todas ellas tripulantes, logran escapar del infierno. El resto de tripulantes y todos los pasajeros quedan atrapados, siete minutos más tarde, llegan los bomberos, quienes sólo lograron rescatar a otros cuatro ocupantes, de los cuales solo sobrevivió uno. La mayor parte de los pasajeros ya habían muerto asfixiados cuando el avión tomó tierra. En total hay 120 víctimas mortales y solamente 11 supervivientes, 10 tripulantes y 1 pasajero.

La investigación:

Fue llevada a cabo por la Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA, por sus siglas en francés), organización que investiga los accidentes aéreos en Francia, con el apoyo de la Federal Aviation Administration de Estados Unidos (FAA), terminaron  revelando que la causa del accidente fue un incendio en uno de los lavabos, más específicamente en el trasero derecho, por un cigarrillo mal apagado. En aquellos años 70' aún se permitía fumar a bordo de los aviones.

No obstante, explicación del cigarrillo mal apagado no convenció a todos los investigadores, por lo que se incluyó también en el informe un apartado que sostenía que "era posible" que se tratara de una falla eléctrica en los baños la que produjera el incendio que selló el destino del vuelo 820.

Tras la tragedia del vuelo 820, la FAA emitió una recomendación que pronto se volvería obligatoria: la prohibición terminante de fumar en los baños de los aviones.

También se tomarían serias medidas de seguridad para los vuelos en los que aún estaba permitido fumar a bordo.

Poco después de esta catástrofe, varias aerolíneas, como Japan Airlines, All Nippon Airways y Scandinavia Airlines, comenzaron a prohibir fumar en todos sus vuelos nacionales, aun así, los pilotos sí tenían permitido fumar a bordo de las aeronaves. Solo con el paso de los años, los distintos países irían adaptando sus legislaciones para prohibir totalmente fumar en el interior de los aviones.