Un ministro indio debió ser hospitalizado en Delhi dos días después de beber un vaso de agua de un riachuelo sagrado, aparentemente para demostrar que el agua estaba limpia. Llegó al hospital con un severo dolor de estómago. Su estado de salud se mantuvo en secreto y el mandatario llegó a la capital sin su personal de seguridad.
La Oficina del Primer Ministro no confirmó la hospitalización del funcionario, aunque un portavoz dijo que estaba sano y salvo, y que tenía un día muy ocupado y lleno de reuniones. Sin embargo, se pudo saber que sus problemas de salud se debieron al agua del riachuelo que bebió.
El ministro había visitado Sultanpur Lodhi para conmemorar el vigesimosegundo aniversario de la limpieza del riachuelo Kali Bein. El gobierno había difundido las fotos de Mann bebiendo un vaso del Bein. Las imágenes se volvieron virales. La declaración del gobierno explicó que el ministro plantó un árbol en las orillas del Bein y también bebió agua del riachuelo.
Mientras tanto, el miércoles el Ministro felicitó por Twitter a la Policía de Punjab y a la Fuerza de Tareas Antipandillas por haber ejecutado con éxito una operación contra dos tiradores presuntamente implicados en el asesinato del cantante y político Sidhu Moosewala.
Un alcalde mexicano se casó con un cocodrilo para honrar a la naturaleza
El más curioso de los casamientos tuvo lugar recientemente en el pueblo pesquero de San Pedro Huamelula, en México. El alcalde contrajo un vínculo simbólico con un cocodrilo, que fue vestido de novia. Es una tradición muy antigua que se mantiene vigente para mantener al pueblo en favor con la madre naturaleza.
La intención de esta boda es garantizar que no falten las lluvias, que las cosechas sean abundantes y que especialmente los peces se multipliquen en el río. El animal vistió un vestido blanco como cualquier novia y hasta una corona. El vínculo fue sellado con un beso entre los recién casados.
Un alcalde de un pueblo pesquero mexicano se casó con un caimán como parte de una tradición para obtener el favor de la naturaleza.
Un alcalde de un pueblo pesquero mexicano se casó con un caimán como parte de una tradición para obtener el favor de la naturaleza.
La tradición del pueblo de la región de Oaxaca se mantiene desde antes de la llegada de los españoles al continente. La ceremonia se tornó muy colorida y fue toda una festividad. El alcalde del pueblo, una figura muy respetada en la comunidad, fue el protagonista de un pedido de favor a la naturaleza que se extiende por siglos.
El ritual se celebra de manera anual y ya muchos alcaldes en el pasado reciente han tenido su oportunidad de casarse con sus esposas reptiles. Esta curiosa tradición pareciera agradarle a la madre naturaleza, ya que se ha mantenido por una enorme cantidad de generaciones a lo largo de posiblemente más de un milenio.
El caimán es adornado como si fuera una novia humana y es entregado al alcalde, su futuro esposo, por su madrina. Luego se desarrolla el resto de la fiesta y se espera que la naturaleza haga su parte y le brinde al pueblo su bondad para garantizar su prosperidad.
