A siete días del hallazgo del cuerpo sin vida de Ariel Ocampo, arrojado dentro de un aljibe en Antapoca, departamento Valle Viejo, la investigación sumó un nuevo capítulo. Durante la jornada de ayer, Cinthia Bazán y su expareja, Enzo Morales, fueron trasladados al Centro Interdisciplinario Forense (CIF) para ser sometidos a las pericias psicológicas y psiquiátricas solicitadas principalmente por la defensa de la mujer, quien busca demostrar que Bazán fue siempre víctima de Morales y de la violencia a la que siempre estuvo sometida fue que tras presenciar el crimen de Ocampo, con quien ella mantenía una relación sentimental de más de dos años, no lo denunció ante las autoridades. Las pericias fueron llevadas adelante por los peritos, quienes elevarán en breve el informe a la fiscal Jesica Miranda, quien investiga la causa. Dichas conclusiones adquieren gran valía para la defensa de Bazán, quien al momento de la indagatoria de imputada, la semana pasada, planteó el cambio de carátula para la joven de 28 años, imputada del delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y por mediar una relación de pareja, calificación legal que de ser hallada culpable en el juicio oral y público le cabría una pena de prisión perpetua. 
Seguidamente, tras concretarse las pericias, la imputada fue nuevamente trasladada a la Comisaría de la Mujer, donde permanece detenida desde el sábado de la semana pasada, tras el hallazgo del cuerpo de Ocampo reportado como desaparecido por su familia, el 18 de enero pasado.