Durante la mañana de este viernes, se llevó a cabo en la Cámara Penal N° 2 la novena audiencia del proceso judicial que tiene en el banquillo al sacerdote Renato Rasgido. Tras declaración de este jueves de dos sacerdotes y una secretaria parroquial, estos aportados por la defensa, durante esta jornada, hizo lo propio una catequista. 

Esta fue la única testigo de la jornada, lo que llevó a que la jornada sea unas de las más breves de este juicio. Estaba previstos cuatro testimonios, pero estos no se presentaron. 

Al término de la audiencia, en diálogo con La Unión, la Dra. Silvia Barrionuevo, dio presiones sobre lo expuesto, marcando que el testimonio de este viernes tuvo momentos tensión. Esto por cuanto, la persona en cuestión fue presentada como la catequista de la víctima, pero y a pesar de ello, negó ante el tribunal conocerlo, además de plantear buenos conceptos para con el acusado. 

“En un momento, todo se puso tenso porque ella niega todo y hasta de conocerlo al chico, pero, sin embargo, mi asistido dice que ella fue su catequista en el primer año de Comunión. Lo más intenso, fue en el momento en que le pedí si lo podía reconocer. Fue allí donde se paró, se dio vuelta y cruzó miradas con Iván y es ahí como que sus miradas, lo decían todo”, apuntó Barrionuevo. 

La abogada, planteando controversia, acotó que la testigo a pesar de negar conocer al denunciante fue esta quien firmó los certificados de asistencia a la catequesis. 

La víctima 

La representante de la querella comentó que, tras la declaración de la víctima, esta debió estar ausente por consejo de los profesionales médicos que lo asisten, en función del impacto de su testimonial. Y en este sentido, Barrionuevo ante la consulta sobre una evaluación de lo acontecido hasta el momento que los días de juicio, fue contundente: “Duele el estómago, porque veo el sufrimiento de la víctima”.