Finalmente, tras seis años de espera, en la mañana de ayer dio inicio el juicio oral y público en el que se ventila los homicidios culposos de Micaela Toloza y Georgina García, dos jóvenes que, lamentablemente, perdieron la vida el 5 de enero del año 2015, cuando se trasladaban como acompañantes en el automóvil conducido por Ariel Sosa, hoy único imputado por sus muertes.

Con una ruidosa manifestación que llevó a la policía a tener que interrumpir el tránsito vehicular sobre calle República entre Maipú y Junín, desde las 8.30 hasta las 11.30, aproximadamente, familiares y amigos de ambas jóvenes, quienes eran amigas desde la infancia, reclamaban justicia por sus muertes. Momentos de mucha tensión se vivieron cuando los manifestantes se enteraron que el exjuez de la Cámara de Apelaciones, Juan Pablo Morales, quien en el año 2015 fue el fiscal de la causa y sentó en el banquillo a Sosa, iba a defenderlo. La policía, con buen tino, actuó y escoltó al letrado, evitando así que los enardecidos familiares lo atacaran, quienes no se guardaron insultos para con exjuez y lo “siguieron” por más de media cuadra hasta que se alejaron.

El debate

La audiencia estaba programada para las 9.00 de la mañana y, si bien las partes estuvieron en el recinto a la hora indicada, faltaba el imputado, quien llegó por sus propios medios varios minutos más tarde. Justo ingresó a la sala cuando el juez Marcelo Forner ordenaba su inmediata detención y traslado al juzgado por la policía.

Sentado en el banquillo de los acusados en el recinto, donde también estuvieron presentes los padres de ambas jóvenes fallecidas, Sosa escuchó la requisitoria de citación a juicio, la que fue realizada por el exfiscal Juan Pablo Morales, quien ahora se constituyó como abogado codefensor del imputado.

Seguidamente, el juez le otorgó la palabra y, ejerciendo su derecho por recomendación de sus abogados, quienes solicitaron cambiar de lugar en el recinto para “escuchar” mejor las audiencias, no declaró, permaneciendo Sosa sentado solo a metros de las partes querellantes.

El secretario del juzgado, procurador Peralta, leyó en la sala la declaración que en la etapa de instrucción realizó Sosa ante hoy su abogado, Juan Pablo Morales. 

En aquella oportunidad, refirió que fue Micaela Toloza, quien fue a invitarlo para ir a una fiesta de cumpleaños y le insistió hasta que fueron. Primero, a la casa de Georgina, donde la buscaron a ella y a Chazampi, para luego regresar a la casa de Toloza, donde se terminó de cambiar. Compraron cervezas y se fueron al dique El Jumeal, donde ellos tomaron las bebidas, pero él no. Luego, se fueron a la fiesta en la zona de La Chacarita, regresaron a El Jumeal y después, a un motel de la Ruta 1, donde solo escucharon música y bebieron. Cuando salieron, regresaron con dirección al centro: “sentí que la dirección se me fue y lo que recuerdo luego es ver el techo del auto (?)”.

Planteo

Luego de la lectura de la declaración de Sosa, se informó acerca de un planteo efectuado por la defensa del imputado en el que, a líneas generales, solicitaban la suspensión del juicio, entendiendo que el delito de lesiones culposas, hecho por el que también Sosa llegaba imputado, había prescripto y no podía desarrollarse según jurisprudencia local el debate.  Al correrle vista a la flamante fiscal, Dra. Daniela Barrionuevo, esta se opuso y pidió que el juicio continuara, a lo que se adhirió la querella, agregando que la familia de las víctimas necesita justicia.

Finalmente, el juez Marcelo Forner resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo lunes, para resolver el planteo de la defensa.