Tiene 23 años y atraviesa graves problemas de adicciones, cuando tenía 12, en el año 2011 uno de sus hermanos, de 16 años murió calcinado en la alcaldía policial, donde aparecieron otros tres adolescentes, consecuencia de prender uno de ellos fuego a un colchón en la celda que compartían.

En la tarde de ayer, Rosa de 54 años, madre del joven, volvió a revivir aquella tragedia.

Aproximadamente a las 15:30 la mujer encontró a su hijo presuntamente consumiendo droga en el inmueble y le reclamó, reaccionando de manera violenta y previo a romper algunas pertenencias tomó un frasco de alcohol, se roció con el líquido delante de ella y luego se encerró en su habitación. La mujer, de inmediato llamó a la policía concurriendo al lugar los efectivos de la Comisaría Cuarta, quienes al llegar intentaron dialogar con el joven, pero este se negaba a abrirle la puerta.

Al cabo de unos minutos, el sujeto se prendió fuego, como así también a un colchón.

Alertados por el humo, los policías ingresaron a la habitación y rescataron del interior de la misma al sujeto y lo sacaron hasta la vereda de la vivienda. Mientras lo auxiliaban los efectivos convocaron con urgencia al personal del SAME, quienes trasladaron luego a Molas al Hospital San Juan Bautista.

A simple vista, el muchacho no presentaba lesiones de consideración, por lo que tras recibir los primeros auxilios, el fiscal en turno Dr. Horacio Brizuela dispuso que sea llevado al ex Humaraya para una evaluación por su problema con las adicciones.

Allí, el personal médico resolvió que debía quedar internado con custodia policial.

Finalmente en el lugar del hecho trabajaron los peritos y el personal de la Unidad Judicial N° 4 bajo las directivas de la justicia.