Esta mañana se conoció que el cura Moisés Pachado, quien había sido denunciado por abuso sexual en diciembre del 2020 por una mujer, hoy adulta, quien de niña cuando tenía 9 años y lo ayudaba en la sacristía de la iglesia de su pueblo en el departamento Belén, falleció.

Así fue confirmado a este diario por el abogado defensor del sacerdote Dr. Roberto Mazzucco luego de ser informado por los familiares del deceso señalando que Pachado padecía una insuficiencia renal y desde hace un tiempo estaba dializándose.
Cabe recordar que el pasado mes de abril, la querella entablada por la victima de nombre Ingrid, había solicitado a la fiscal de Belén quien tenía  su cargo la investigación de la causa, una pericia caligráfica al diario intimo de la denunciante, prueba que suma de otras peticionadas en la oportunidad darían por concluida la investigación penal preparatoria y la fiscal elevaría la causa a juicio.
Esto luego de que la cámara de apelaciones y exhorto resolviera denegar el planteo de la defensa del sacerdote quien peticionaba la prescripción de los hechos denunciados, esto en razón de que los  mismos habrían ocurrido entre los años 1997 y 1998.

Ante lo acontecido con el cura, la justicia no podrá continuar avanzando en la investigación y la causa será cerrada por el fallecimiento del imputado.

Por otra parte, conocida la noticia mediáticamente, la querella, representada por el abogado Sebastián Ibáñez en diálogo con LA UNIÓN, manifestó que “nos hubiera gustado que viva para que sea juzgado y condenado por los delitos de pederastia que cometió “.

El letrado, señaló además que hablo con la víctima, quien le comentó que al enterarse la  noticia del fallecimiento del cura, le provocó una crisis emocional de importancia, pero que a  la vez consideró que la muerte de su abusador fue “un castigo natural”.

Además, apuntó que la víctima estaba al tanto del estado de salud de Pachado por la comunicación que había mantenido la familia del cura con la de ella y allí le habían manifestado que su estado era delicado.

Según Ibáñez, la salud del imputado de abuso se agrava luego que la Justicia marcara que los hechos por los que se lo estaba juzgando no prescribían y agregó “a esto se suma que nosotros fuimos añadiendo pruebas, entre ellas una foto comprometedora.

Asimismo, al ver el encarcelamiento del cura Juan de Dios Gutiérrez, inevitablemente esto le produjo un stress y temor, lo cual termina, a mi entender, agravando su salud y provocando la muerte”.