Este lunes a partir de las 10.00 de la mañana, en el Juzgado de Control de Garantías se llevarán a cabo las cinco audiencias de prisión preventiva para los cinco imputados por el crimen de Marcelino Pachado, quienes actualmente cumplen la detención en penal de Miraflores.
La audiencia fue solicitada por la fiscal de la causa, Dra. Paola González Pinto, que le solicitará al magistrado que confirme la detención a todos los imputados, uno de los cuales cumple una condena en la cárcel de Miraflores impuesta por el tribunal de la Cámara Penal N°3 en septiembre del año 2022, por los delitos de: amenaza simple, robo calificado por el uso de arma y abuso sexual simple con concurso real con amenazas agravadas por el uso de armas.
Se trata de Gustavo Ezequiel Varela, Cristian Barros (padre) sus hijos Nery Nelson, Cristian Alejandro y Marcelo Ezequiel Barros, quienes están imputados del supuesto delito de homicidio agravado por alevosía. 
De la audiencia serán parte también el abogado Víctor García e Iván Sotomayor.
Cabe recordar que la semana pasada familiares y amigos de los cinco detenidos marcharon desde la plaza principal al edificio de la fiscalía general para pedir por la "inocencia" de sus familiares.
Semanas atrás, el imputado Varela prestó declaración y negó haber participado en el hecho que se le endilga.

El caso
En febrero del 2014, Marcelino Pachado fue encontrado inconsciente con múltiples golpes en el cuerpo producto supuestamente de un robo, detrás del barrio La Ribera, en el sur de la Capital.
Bajo esa premisa, dos personas fueron detenidas en el mes de mayo del mismo año, una de apellido Moya, quien fue luego declarado inimputable. El otro sujeto detenido era de apellido Soto, quien llegó a juicio en noviembre del 2015, pero fue absuelto por el beneficio de la duda.
A principio de mes la fiscal Paola Gonzalez Pinto, bajo otra hipótesis de trabajo profundizó sobre un testimonio que fue respaldado por otras pruebas independientes que colocaron a los Barros y a Varela en la escena del crimen.
Finalmente la fiscal ordenó la detención de los cinco sospechosos quienes, tras ser imputados e indagados, guardaron silencio.