La Justicia de Mendoza detuvo esta mañana al padre del nene de 3 años que el lunes fue trasladado por su madre al Hospital Notti, donde le diagnosticaron una enfermedad de transmisión sexual.

El hombre fue arrestado como sospechoso de abuso sexual, luego de que se conociera que los análisis dieron positivo para él y su pareja por sífilis.

En este contexto, la fiscalía de Delitos Sexuales decidió la noche del miércoles su detención. El hombre quedó a disposición de la Justicia, quien deberá determinar en las próximas horas la responsabilidad del acusado y su situación judicial tras recibir los resultados de otras pericias.

El miércoles liberaron al padrino del nene

La detención ocurrió un día después de que la Justicia liberara al padrino del niño que había sido aprehendido como sospechoso del abuso. El joven de 21 años fue desvinculado porque los resultados de los análisis dieron negativo para la enfermedad de transmisión sexual que padece el menor.

Desde que se conoció el hecho, los investigadores no descartaron ninguna hipótesis sobre el o los responsables del presunto abuso del pequeño. Los peritos del Cuerpo Médico Forense (CMF) están trabajando para definir como se produjo el contagio.

Todo comenzó el lunes pasado cuando una madre ingresó con su hijo de 3 años con signos de deterioro de salud al hospital pediátrico Notti, donde fue asistido por los médicos. Allí manifestó que creía que su hijo había sido víctima de un abuso sexual, por lo que se activó el protocolo para este tipo de hechos.

Poco después, los médicos le realizaron una serie de análisis y los resultados confirmaron el martes que el niño tiene sífilis, una enfermedad de transmisión sexual. Ante esto, se notificó a la fiscal de Delitos Sexuales, María de las Mercedes Moya, quien dispuso la intervención de la División de Delitos contra la Integridad Sexual.

Qué es la sífilis y cómo se contagia

La sífilis es una infección bacteriana que suele transmitirse por contacto sexual. La enfermedad comienza con una llaga indolora, por lo general en los genitales, el recto o la boca.

Se transmite únicamente de persona a persona a través del contacto de la piel o de las membranas mucosas con estas llagas. La segunda etapa se caracteriza por la aparición de un sarpullido.

Luego, no se presentan síntomas hasta la última etapa, años después, donde puede provocar daños en el cerebro, el sistema nervioso, los ojos y el corazón. Esta enfermedad se trata con penicilina.