Mientras se aguarda que la causa que investiga el crimen del exministro de Desarrollo Social Juan Carlos Rojas avance y permita a los investigadores esclarecer el móvil y dar con el paradero de él, la o los autores del homicidio, Silvina Nieva, la única imputada por el hecho -quien se encuentra en libertad desde el 14 de diciembre del año pasado- amplió su declaración ante el fiscal Hugo Costilla.

La medida judicial, que había adelantado en diálogo con LA UNIÓN, a finales del mes de enero su abogado Gabriel Díaz y que fue solicitada formalmente a la justicia el pasado 2 de febrero, se materializó el martes a la noche en la fiscalía de calle Junín al 600.

Por más de una hora, Silvina, quien arribó al edificio judicial acompañada por su abogado, se sentó ante el fiscal Costilla y dio detalles y precisiones de lo que hicieron los días 2,3 y 4 de diciembre de 2022, es decir, el día previo, el día del homicidio y día posterior al crimen de “Rojitas”. 

Consultado por este diario, Díaz contó que su clienta, siempre en el marco de su inocencia en el hecho del que se le acusa, le dijo al fiscal que estuvo en su casa los días antes mencionados y dio detalles y precisiones sobre las actividades que realizó en su casa y que en ningún momento dejó el inmueble.

“Ella dio una descripción detallada de lo que hizo esos días en su casa. Ella no salió nunca y nombró al menos a dos personas, quienes pueden ratificar sus dichos”, explicó el letrado, quien agregó ante la consulta de este diario que “una de estas personas es una vecina. Esta persona la vio a Silvina en su casa y seguramente la Justicia la va a citar en los próximos días”.

Además, conto en la entrevista Díaz que la casa de Nieva, en el barrio Eva Perón, está literalmente rodeada de cámaras de seguridad, tanto de la vía pública -perteneciente al sistema de monitoreo de la policía-, como de una escuela y unas viviendas particulares.

En este orden de ideas, el abogado dijo que le solicitó a la fiscalía que “se agilice la medida que ya se había dispuesto, según tenía entendido en el inicio de la investigación por la propia fiscalía, en cuanto a conocer el contenido de dichas grabaciones”, prueba que para la defensa refuerza aún más la declaración de Silvina. Es decir, que no salió de su casa los días 3,4 y 5, lo que echaría por tierra la prueba de la que se vale la fiscalía para imputarla. Se trata de la imagen de la cámara de seguridad de las proximidades de la casa del exministro Juan Carlos Rojas, en la que se ve la silueta de una mujer -para la fiscalía sería Nieva-, el día del crimen. Prueba que, recordemos, se encuentra en el laboratorio de la provincia de Salta, donde fue remitida por el fiscal Costilla en procura de optimizar la imagen que permita “ver” claramente que quien “allí aparece” es Silvina Nieva.

Sin registro

Ante las declaraciones del abogado defensor, LA UNIÓN consultó distintas fuentes en relación a las cámaras de seguridad “citadas” por las partes, tomando conocimiento que estas no podrían aportar información que sirva en la investigación del crimen.

Por ejemplo, una de las cámaras que pertenece a Monitoreo tiene un tiempo de almacenamiento mínimo, por lo que al ser solicitada por las autoridades el “archivo” de esos días se habrían borrados para grabar los días posteriores.

Otra de las cámaras es la de una escuela, pero según los investigadores esta no “apuntarían” a la casa de Nieva, por lo que no podría tomar su “presencia”.

En definitiva, las cámaras que funcionan ya no tienen la información de esos días y las otras, no funcionan.