La Iglesia hizo un llamado a los legisladores nacionales, frente al inminente debate sobre la legalización del aborto, que llegará al recinto de la Cámara de Diputados en las próximas horas. Pidió que "antes de votar" reflexionen sobre el respeto a la vida y la cultura del descarte.

"Les pedimos a los legisladores antes de votar un segundo de reflexión frente a lo que significa el respeto a la vida. Y tantas personas que van a ser privadas de la luz y que pueden enriquecer nuestro mundo y llenarnos de esperanza", afirmó en un videomensaje el obispo de San Isidro y presidente del Episcopado, Oscar Ojea.

Citó expresamente al papa Francisco, al señalar que "nos ha hablado reiteradamente acerca de la cultura del descarte". Señaló, al respecto, que en la última encíclica Fratelli tutti "nos dice que nuestro trato es utilitario, que nos falta gratuidad". Y agregó que "la cultura del descarte se aplica a todo nivel, a los más pobres, a los migrantes, a los ancianos, a los discapacitados. ¡Y qué decir del niño por nacer en su estado de total desprotección!".

El mensaje tiende a neutralizar la ajustada mayoría que tendría la legalización del aborto en los sondeos previos a la votación en la Cámara baja.

Ojea sostuvo que "una sociedad se define por la mirada que tiene hacia el más vulnerable, el más pobre y el más indefenso. Esto es lo que caracteriza y sella la dignidad de un pueblo y de una cultura.

"Les pedimos a los legisladores antes de votar un segundo de reflexión frente a lo que significa el respeto a la vida. Y tantas personas que van a ser privadas de la luz y que pueden enriquecer nuestro mundo y llenarnos de esperanza", dijo el titular del Episcopado.

"Usemos este silencio pidiendo al señor luz para todos aquellos que tienen la responsabilidad en este momento", recomendó el obispo.

Transmitió, además, palabras de San Pablo VI, al recordar un mensaje en el que enseñaba que "cuando hay problemas y conflictos grandes en un embarazo no deseado no se trata de segar las fuentes de la vida, sino de ampliar el lugar en la mesa de los que son llamados a la vida para que quepan todos ".

Y añadió que "este es un llamado a la generosidad del alma de los pueblos, también, para recibir a todos que son llamados y no a algunos, excluyendo a otros, porque esto es descarte.