El precario armisticio entre el Gobierno de Javier Milei y el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Chiqui Tapia, ha colapsado de manera estrepitosa. La relación, marcada por la tensión generada por el debate de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), se mantuvo a flote gracias a una potente amenaza: la posibilidad de que la Selección Argentina quedara excluida del Mundial.
"Sabés qué pasa. Si íbamos a fondo, la Selección argentina quedaba fuera del Mundial", confesó un alto funcionario a fines de 2024, revelando el as bajo la manga con el que Tapia forzó la tregua. Este pacto de no agresión quedó sellado públicamente hace un año, el 11 de diciembre de 2024, con una sonriente fotografía en la sede de la Conmebol en Paraguay. En la imagen, Karina Milei y el vocero presidencial, Manuel Adorni, posaban junto a Tapia, exhibiendo camisetas de la Albiceleste con una dedicatoria: "Karina y Manuel 2030".
Sin embargo, el poder atrevido y desenfrenado exhibido por Tapia, incluso al imponer decisiones en la AFA como la entrega del título a Rosario Central, encontró un freno inesperado. Así como Sebastián Verón fue un "freno de mano" ante sus andanzas con el tema SAD, ahora es la Justicia la que interrumpe la paz. El quiebre se produce por una grave denuncia de lavado de activos que involucra a un financista clave vinculado al titular del fútbol.
Sur Finanzas: el vínculo que dinamitó la relación
La Justicia investiga a un financista cercano a Tapia, identificado como Vallejo, implicado en una causa de lavado de activos que comparte con Elías Piccirillo, expareja de Jesica Cirio y excuñado de Martín Insaurralde. La ruta del dinero bajo la lupa incluye la operatoria de la financiera Sur Finanzas, cuya sede original se ubicaba en Adrogué.
La hipótesis judicial apunta a que, durante el gobierno anterior, se compraban dólares a valor oficial utilizando permisos de importación otorgados por la Aduana para luego venderlos al valor blue en el mercado paralelo. Este mecanismo, de concretarse, generó "ganancias fabulosas, a cero costo y riesgo", según la pesquisa. Las sospechas sobre Vallejo no son nuevas. El empresario, un activo usuario de redes sociales que sortea entradas y camisetas de Messi, creció exponencialmente, firmando incluso contratos con el municipio de Lomas de Zamora, donde la sombra del "BandidoGate" de Martín Insaurralde sigue planeando.
La complejidad de los expedientes ha llevado a la jueza federal María Eugenia Capuchetti a buscar la unificación de las causas contra Vallejo en distintos fueros. Capuchetti ya ordenó medidas de prueba sensibles, reemplazando a la Policía Federal como auxiliar por la Gendarmería. Esta decisión no es menor, pues la Federal actuaba por orden del fiscal Eduardo Taiano, quien curiosamente integra un Comité de la Superliga Argentina de Fútbol, evidenciando la "tríada malnacida" que une política, justicia y fútbol. A la investigación federal se suma la fiscal de Lomas de Zamora, Cecilia Incardona, que ordenó las primeras medidas tras una denuncia específica del Gobierno.
La implicación de Vallejo, sumada a la actitud desafiante de Tapia, quien públicamente recordó que ha sobrevivido a "tres presidentes en apenas nueve años" y que le "quedan muchos años más" al frente de la AFA, forzó un cambio de planes en la Casa Rosada. Tras estas tensiones, el presidente Milei canceló un viaje al sorteo del Mundial en Washington, un gesto que subraya el deterioro del vínculo.
