Casi cumpliendo con la premisa de las primeras declaraciones del titular de Defensa Civil, quien indicó que la remoción de los árboles caídos y el despeje de las consecuencias que dejó el temporal iba a tomar un mes, las pruebas estarían confirmando que todo se encamina para ser así.

Es cierto que hay sectores de la Capital que ya recuperaron su anterior belleza, como es el caso del Plaza de la Chacarita, que La Unión reflejó con las ramas y troncos acumulados en distintos puntos y, lo más triste, con la estatua de Fray Bernardino Orellana decapitada y arrumbada sobre los desechos.

Ahora este paseo capitalino luce así. Completamente limpio y ordenado pero aún sin la imagen del destacado sacerdote, que se asume está en vías de ser reparada. Recordemos en este punto, que la obra es autoría de Hernando Dalla Lasta, destacado artista y escultor catamarqueño.

Pero siempre hay peros y es el caso del Parque de los Niños, donde aún desechos, árboles troncados que representan un peligro para los menores que asisten al lugar y hasta postes de luz doblados por efecto del fuerte viento que azotó gran parte de la provincia a mediados de enero.

A esto se suma la acumulación de los recortes y ramas en la parte posterior del paseo, que no son sino los mismos árboles que fueron arrancados de raíz por el fuerte viento, que según el recuento realizado fueron alrededor de una veintena.