Dieron inicio en la tarde de este miércoles, las celebraciones en honor a la Madre del Valle. En una Catedral colmada, los fieles renovaron su a amor a la Morenita en el marco de unas fiestas marianas, que vuelven a tener como único escenario el Santuario que cobija la Sagrada Imagen.  Luciendo su nuevo manto, la Imagen cuatro veces centenaria, se reencontró con sus fieles en el inicio de un nuevo novenario en su honor. La tradicional ceremonia fue presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc y la misma tiene como tema "Vivir nuestra vocación bautismal en la Iglesia sinodal", en tanto, el lema que animará estos días de gracia dice: "Con Cristo y María, caminemos juntos como Iglesia". 

El viernes que viene, cuando cierren estas fiestas que comenzaron en esta jornada, se llevará a cabo la Solemne Procesión, la que se realizará otra vez y "por cuestiones de organización" desde la Plaza El Maestro hasta el Paseo de la Fe. 

Con la tradicional Bajada de la Imagen de Nuestra Madre del Valle, que dio inicio a las 19 hs, la feligresía presente en el Santuario y aquellos que no pudieron ingresar y ocuparon toda la extensión del Paseo de la Fe, han vuelto a renovar la devoción y a poner en las manos de Ella todas las necesidades y pedidos, que, en el caso de este año a punto de finalizar, se han hecho más intensas. Los que no pudieron asistir, han estado presente desde las redes sociales. 

La emotiva ceremonia, que comenzó en el Camarín, se completó con la entronización de la Imagen en el Presbiterio, luego de ser llevada en brazos por el Obispo diocesano, quien estuvo acompañado por compañía el clero local, mientras los catamarqueños presentes la saludaban con sus pañuelos al aire y al repique de las campanas. Junto a ellos estuvieron las principales autoridades provinciales, legislativas y municipales de la provincia. El Gobernador de la provincia por segundo año dijo ausente y en su representación estuvo el vicegobernador, Ing. Rubén Dusso.

Paciencia en las dificultades 

 Tras el rezo del Santo Rosario y el canto de las letanías, los fieles escucharon la reflexión de Mons. Luis Urbanc, que de frente a la Virgen del Valle y de espalda al pueblo le rogó a la Madre por el país, el cambio de gobierno y sus autoridades y para que "ningún argentino tenga por convicción pagar con mal el mal recibido". 

 En la breve pero puntual homilía, el Obispo le pidió a la Virgen por esta nueva etapa que está por iniciar el país, con el cambio de autoridades a nivel nacional. Por eso le dijo "querida Madre, tu sabes que nuestra nación iniciará un nuevo periodo de gobierno democrático. Concédenos una esperanza proactiva, paciencia en las dificultades y perseverancia en la oración. Que vamos como propias las necesidades de los demás, sabiendo compartir". Luego añadió, en la reflexión que fue también oración, "Que bendigamos a los que piensan distinto, que vivamos en armonía unos con otros. Santa Madre del amor hermoso, que ningún argentino tenga por convicción que hay que pagar con mal, al mal recibido". 

Urbanc, en otro tramo le suplicó a la Virgen del Valle, desde la esperanza que se mantiene desde la crisis del 2001, para que, por medio de Jesucristo, se construya un país más justo y fraterno.  

Perdón por los abusos de la Iglesia 

 Al término de la reflexión, en el momento de las súplicas en el momento de la Adoración al Santísimo, el Obispo se acordó de los casos de abusos eclesiásticos que están en la justicia y por primera vez, no solo en público, sino que, en medio de una celebración de la Virgen del Valle, se refirió al tema, no pidiendo perdón, pero sí pidiendo por las víctimas. 

 "Señor tú sabes que uno de los grandes escándalos en nuestra Iglesia, son los abusos. Por eso Señor te pido, por todas las víctimas que padecen este flagelo, para que tú las confortes y consueles y puedan sentir reparado el daño recibido", dijo Urbanc. 

La mención no es extemporánea, dado que la semana entrante, el sacerdote Renato Rasgido comenzará a ser juzgado, siendo el segundo prelado sentado en el banquillo de los acusados, con cargo de abuso sexual. 

Fotos: Giustavo Roldán / La Unión