La denominada "supergripe" H3N2, correspondiente al subclado K del virus de influenza, avanza en Argentina y en distintos países de Sudamérica, lo que llevó a las autoridades sanitarias nacionales a evaluar un adelantamiento de la próxima campaña de vacunación antigripal. La preocupación se centra en la posibilidad de que la temporada de gripe se adelante respecto de los calendarios habituales, tal como ya ocurrió en el hemisferio norte.

Hasta el momento, en Argentina se confirmaron cinco casos del subclado K. A los tres primeros contagios detectados —un niño de cinco años de la provincia de Buenos Aires y dos adolescentes de Santa Cruz— se sumaron en las últimas horas dos nuevos casos en Neuquén, correspondientes a un menor y un adulto que debieron ser internados con cuadros de neumonía, aunque evolucionaron favorablemente y lograron recuperarse.

Las detecciones fueron posibles gracias a los estudios de secuenciación realizados por el Instituto Malbrán, que permitió identificar esta variante del virus de influenza A (H3N2), caracterizada por una mayor transmisibilidad y por la capacidad de eludir parcialmente la inmunidad generada por infecciones previas o por las vacunas actualmente disponibles.

El subclado K tomó por sorpresa a los sistemas sanitarios, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había definido con anterioridad las cepas que debían integrar las vacunas para la temporada invernal del hemisferio norte. Si bien los especialistas remarcan que las vacunas actuales siguen siendo efectivas, especialmente para prevenir cuadros graves, crece la expectativa por la disponibilidad de una nueva formulación que incluya específicamente esta variante.

En este contexto, el Ministerio de Salud de Perú fue el primero en informar que recibirá un primer lote de una nueva vacuna a comienzos de febrero. Sin embargo, aún no está confirmado si ese inmunizante incluirá la cepa correspondiente al subclado K. En Argentina, fuentes del Ministerio de Salud señalaron que "se está trabajando para acelerar los tiempos y arrancar antes" con la campaña de vacunación, aunque aclararon que la decisión dependerá de la capacidad de producción y del stock disponible de los laboratorios, y no solo de la voluntad política.

Habitualmente, la campaña de vacunación antigripal en el país se lanza a fines de marzo, con la aplicación efectiva de dosis a partir de abril, luego de la distribución en las provincias. No obstante, la mayor transmisibilidad de esta variante abre la posibilidad de que, en 2026, la circulación del virus se adelante en el hemisferio sur, replicando el comportamiento observado en el norte.

Por ese motivo, las autoridades sanitarias ponen el foco en adelantar la prevención, especialmente en los grupos considerados de riesgo: niños menores de dos años, adultos mayores de 65, embarazadas, personal de salud y personas con enfermedades crónicas o comorbilidades.

La situación no es exclusiva de Argentina. En los últimos días, Ecuador, Colombia y Bolivia se sumaron a la lista de países sudamericanos con casos confirmados del subclado K, junto con Perú, Chile y Brasil, lo que refuerza la alerta regional ante una variante que podría generar una mayor presión sobre los sistemas de salud.

Además de la vacunación, las autoridades recordaron la disponibilidad del oseltamivir (Tamiflu) como herramienta terapéutica. En el último Boletín Epidemiológico Nacional, el Ministerio de Salud señaló que este antiviral "es una herramienta complementaria a la vacunación, especialmente útil en pacientes con factores de riesgo".

En cuanto a la vacuna específica contra el subclado K, todavía no hay una fecha definida para su disponibilidad. Las vacunas actuales para la temporada 2025-2026 fueron formuladas con cepas seleccionadas entre febrero y marzo de 2025, antes de la expansión de esta variante. La reformulación anual de la vacuna se realiza bajo recomendaciones de la OMS, y la próxima actualización estaba prevista para febrero de 2026, aunque especialistas no descartan que el proceso se adelante.

El infectólogo Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, explicó que la vacuna disponible en Argentina "sirve para la temporada del hemisferio sur" y que, aunque pueda perder efectividad frente a mutaciones, "mantiene una protección aceptable contra la hospitalización y los cuadros graves".

En ese sentido, desde la salud pública se comenzó a recomendar que las personas de alto riesgo que no hayan recibido la vacuna en los últimos seis meses se la apliquen, más allá de la versión disponible. Un reciente estudio publicado en la revista JAMA respalda esta estrategia, al señalar que, aunque la supergripe puede evadir parcialmente los anticuerpos, la vacunación continúa siendo clave para reducir las formas graves y la mortalidad.