Sacar a pasear a nuestro perro va más allá de una simple rutina; es una oportunidad fundamental para que el animal ejercite, explore y libere energía acumulada. Sin embargo, la elección del momento del día en que se realiza la caminata puede marcar la diferencia en su salud y comportamiento.
Expertos en comportamiento canino señalan que el momento adecuado para pasear a la mascota puede prevenir golpes de calor, reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño del animal. Además, ciertas franjas horarias favorecen el fortalecimiento del vínculo entre el perro y su tutor, contribuyendo a establecer rutinas más saludables.
Recomendaciones según el horario del día
Temprano en la mañana (6 a 9 horas): Es el momento ideal para activar el metabolismo del perro y reducir la ansiedad que puede acumularse durante el día. La menor presencia de ruidos y personas en la calle lo hace especialmente recomendable para perros que se estresan fácilmente. En verano, esta franja también resulta más fresca y segura.
Al atardecer (18 a 20 horas): Después de un día largo, este horario ayuda a liberar la energía acumulada. Las temperaturas suelen ser más bajas y la intensidad del sol disminuye, lo que previene quemaduras en las patas y golpes de calor. Es un momento propicio para caminatas largas o juegos.
Después del almuerzo (solo en días frescos o en invierno): Puede ser adecuado para perros mayores o con bajos niveles de energía, ya que suele ser un período tranquilo. Sin embargo, no se recomienda en días calurosos, dado que el pavimento puede estar muy caliente y dañar las almohadillas.
Antes de dormir (21 a 23 horas): Un paseo corto y tranquilo puede ayudar a relajar al perro y prepararlo para descansar. Es importante evitar actividades muy activas en este momento para no sobre estimularlo justo antes de dormir.
Precauciones durante las horas de mayor riesgo
Se recomienda evitar las horas pico de calor, especialmente entre las 11 y las 17 horas en verano, debido al alto riesgo de insolación y quemaduras en las patas. En invierno, aunque el sol puede parecer menos intenso, también puede incomodar al animal. Como regla general, se aconseja tocar el pavimento con la mano; si quema, no es momento de salir.
Elegir el momento adecuado para pasear a los perros es clave para garantizar su bienestar y prevenir problemas de salud relacionados con las altas temperaturas y la exposición solar.