Los gestos de afecto sincero son los que más conmueven y cuando además te sorprenden, la alegría es plena. En esta historia se podría decir que el protagonista no es sólo el cumpleañero sino que corresponde en justicia, sumar también a los corazones generosos que hicieron realidad este particular festejo.

El posteo en el Face por el que llegamos a esta historia, puede ser sólo una frase pero encierra allí toda una historia de vida y además, como ella misma, esta se va haciendo posible y revierte todo lo que antes no pudo ser. El anunciado es simple y sincero: “le armamos con mucho amor un mini festejo por su cumpleaños, ya que nunca le cantaron el `Feliz cumpleaños`. Son 83 años, toda una vida”. En las fotos se ve a un hombre sonriente, a pesar del barbijo, con gorro de cumpleañero al lado de una torta y un cartel de fondo que dice: Feliz cumple Lolo.

Y allí está este hombre curtido por la vida, que se crio como pudo o como la vida se lo permitió. Don Lolo es un hombre de campo adentro, que no tiene familia y a quien le tocó pasar por muchas privaciones pero que ahora, por su simpatía y don de gente, recibe el afecto de muchos. Él es conocido por todos los que lo ven a diario en la puerta del local comercial, que fue el que le armó este festejo que de “mini” no tuvo nada. Hay que pasar por la Librería JM en Pozo El Mistol para verlo a la puerta del negocio, porque él dice ser “el guardia de seguridad”. Contaron a Diario La Unión que llega todas las mañanas tipo 10 hs y allí se queda haciendo y dejándose compañía. 

El con el ingreso que le permite una jubilación que recibe, se soluciona los gastos diarios de una vivienda y se está planificando el alquiler de un mejor lugar para que sus días sean más cómodos.

Las cantoras

Horacio o Don Lolo es un hombre sencillo que sonríe a pesar de las carencias, y hoy se conoce esta que quizás pueda ser la que más impacte, porque haber pasado 83 años sin que nadie haya advertido que esa simple canción estaba sin ser parte de su existencia, es triste pero gracias a estas generosas mujeres, esto ya fue sanada.

Y esta historia también tiene otras protagonistas, como se refirió al principio, porque es justo que se las marque. Una de ellas es Belén o Belu, y es la propietaria de esta librería, quien ya en otra oportunidad se supo poner ganar el reconocimiento de la comunidad al ofrecer un rincón de su local para que niños que no tuvieran wifi en sus casas pudieran realizar sus tareas. Junto a ella está Karina, una amiga que fue fundamental para que todos los detalles del festejo se pudieran lograr.

Don Lolo luego del festejo tiene el corazón contento y va a estar de vuelta por el negocio, porque sabe que allí lo esperan con un desayuno o la merienda pero fundamentalmente, con mucho amor.