Las imágenes sobre este nuevo deporte que es tendencia en redes sociales, fueron tomadas en la ciudad de Seinäjoki, Finlandia, sede de la competición anual de una disciplina que convoca a más de mil personas cada año desde 2013. Sin embargo, no se trata de un evento anti maltrato animal, vegano o que enarbole algún tipo de bandera de ese estilo, sino que está relacionada directamente con la cultura local.
En la nación nórdica existe un gran fanatismo por estos caballos de juguete, al punto tal que hay coleccionistas dispuestos a pagar mucho dinero por la originalidad de los mismos. Es así que es normal que clubes y escuelas impulsen entre los jóvenes la fabricación manual de estos equinos de madera cuyo realismo en la cabeza a veces es impactante. Por eso, hace casi 20 años nació la Asociación Finlandesa de Caballos de Batalla que de a poco fue creciendo hasta convertirse en la actualidad en la organizadora de la competición más importante.
“Es comprensible que muchos de los que acaban de oír hablar de nuestro hobby estén más o menos confundidos. El pasatiempo incluye, además de montar, competir y entrenar, también hacer que los caballos sean lo más realistas posible, venderlos, coleccionarlos e intercambiarlos, organizar competencias y administrar la sociedad. Hay mucha variedad y cada aficionado puede construir su afición a partir de las piezas que le gustan”, señala el sitio del ente. En el sitio web, se explica que de las competiciones suelen participar, en su mayoría, niñas de entre 12 y 18 años, pero también cuentan con categorías masculinas y seniors, para los adultos. “El gran aspecto de este pasatiempo es que todos pueden hacerlo en todas partes, ¡así que dele a su hijo un caballo y déjelo jugar!”, invita el portal.
La competencia consta de varias pruebas entra las que se incluyen carreras de obstáculos, de velocidad, muestras y el popular Gran Premio, en el que cada concursante escoge una canción para realizar una rutina que debe incluir algunos movimientos asignados previamente y otros de estilo libre que enloquezcan al público y a los jueces. Siempre bajo la lógica de que el caballo de madera es real, por lo que la performance debe contar con un alto nivel de realismo si no quiere llevarse los abucheos de los fans.
De este modo la mal llamada “equitación vegana”, como se la bautizó en redes sociales, es en realidad una competencia sana y familiar que busca en Finlandia sostener una tradición cultural de juguetes que marcó a generaciones y que en la actualidad ha perdido interés en los más jóvenes.
