“¡Y llora, y llora Thomsen, llora!”, gritó una mujer que increpó a los padres de Máximo Thomsen, uno de los rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, en la puerta de la Unidad Penitenciaria Nº 6, donde se encuentran detenidos los ocho procesados que enfrentan el juicio en su contra en la ciudad de Dolores. 

 La escena fue captada por un espectador que grabó cuando la manifestante, entre aplausos y gritos, salió al cruce de Marcial Thomsen y Rosalía Zárate, los padres del rugbier más comprometido por el asesinato ocurrido a la salida de un boliche de Villa Gesell en enero de 2020. Ante la incómoda situación, la mujer y el hombre bajaron la cabeza y apuraran el paso para evitar también la guardia periodística.

 Desde que empezó el juicio ningún familiar de los procesados habló con los medios.

 Las familias de los acusados van a visitarlos todos los miércoles al penal, donde están apartados del resto de la población carcelaria. 

 Desde que empezó el debate en los Tribunales de Dolores, recién a partir de la tercera jornada, los familiares de los rugbiers imputados por el homicidio de Fernando, pudieron ir a visitarlos para darles su apoyo y llevarles provisiones. Aunque tanto en la entrada como en la salida recibieron el repudio de los manifestantes.

En la secuencia se vio al padre de Lucas Pertossi, Marcos Pertossi, a la mamá de Máximo Thomsen, Rosalía Zárate, al papá de Ayrton Viollaz, Sergio Viollaz, al papá de Enzo Comelli, el “Polaco” Comelli y a Mónica Zárate, la mamá de Matías Benicelli. Todos se retiraron en silencio.

 La semana próxima será clave en el juicio ya que declararán los testigos propuestos por la defensa de los acusados, Hugo Tomei. 

Es que los dos rugbiers que fueron sobreseídos por falta de pruebas, Alejo Milanesi (22) y Juan Pedro Guarino (22), fueron convocados para declarar como testigos bajo juramento ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1.