Un acto de vandalismo registrado en la Ruta Provincial N°1 afectó el sistema de distribución de agua que abastece a Villa Parque Chacabuco, parte de Banda de Varela y zonas aledañas, informó Aguas de Catamarca.
El incidente consistió en la rotura de la válvula de aire de la manguera principal, componente clave del sistema que permite regular el flujo hacia varias áreas de la ciudad. El daño provocó problemas en el funcionamiento de cuatro mangueras de PEAD que forman parte de la conducción proveniente de Banda de Varela, generando interrupciones y disminución de presión en el suministro de agua potable.
Ante la situación, el personal técnico de la empresa se encuentra trabajando en la reparación y restitución de la válvula, con el objetivo de normalizar el servicio lo antes posible y minimizar los inconvenientes a los vecinos de las zonas afectadas.
Aguas de Catamarca informó que mantiene canales de contacto habilitados para consultas o reclamos, a través del 0800-888-8255 o vía WhatsApp al 383-4900 314, con el fin de brindar información actualizada sobre la evolución de los trabajos de reparación.
El acto de vandalismo no solo afectó la provisión de agua, sino que también generó preocupación entre los usuarios del sistema por la posible demora en la normalización del servicio, dado que la válvula de aire es un elemento crucial para garantizar la presión y el correcto funcionamiento de la red de distribución.
Autoridades de la empresa subrayaron la importancia de proteger la infraestructura hídrica, considerando que los daños intencionales pueden generar retrasos significativos, costos adicionales y perjuicios para la comunidad, especialmente en momentos de alta demanda de agua potable.
Por el momento, se trabaja en la sustitución de la válvula y la revisión de las conducciones afectadas, asegurando que las conexiones de las cuatro mangueras de PEAD vuelvan a operar con normalidad. La empresa recomendó a los vecinos optimizar el consumo de agua mientras se completan las tareas de reparación.
Este tipo de incidentes pone en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura urbana ante actos de vandalismo y la necesidad de fortalecer la seguridad en las instalaciones críticas que garantizan servicios esenciales a la población.
