El Rector de la Catedral Basílica y Santuario del Santísimo Sacramento y de Nuestra Señora del Valle, Pbro. Gustavo Flores, formalizó su agradecimiento, “primero a Dios y luego a todos cuantos hicieron posible la realización de las Solemnes Fiestas en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle”.
En este sentido el sacerdote marcó que son muchas las personas que prestaron una gran colaboración para que podamos vivir estas fiestas cuidadas en el retorno a la presencialidad. “Una enorme gratitud a los grupos de voluntarios Colaboradores y Servidores de la Catedral, a las instituciones y movimientos eclesiales, a los jóvenes, familias y grupos que se formaron especialmente para ayudar en diferentes tareas, organizaciones sociales, comercios, y a quienes se dedicaron especialmente a la atención de los peregrinos”.
Seguidamente restacó el “valioso el trabajo realizado por las Hermanas del Huerto y el grupo misionero, que tuvieron a su cargo las celebraciones en la Gruta de Choya, el lugar del hallazgo que atrae a devotos y peregrinos durante todo el año”.
Organismos y medios de comunicación
“Es importante destacar el gran aporte de los organismos de los Gobiernos provincial y municipal, especialmente de los ministerios de Salud y de Seguridad, en este tiempo de pandemia; Guardia Urbana, Tránsito, Higiene y demás dependencias de la Municipalidad de la Capital, con mención especial a los anfitriones, responsables del Parque Adán Quiroga, que albergaron tres días de conmovedora devoción mariana. A los Municipios que esperaron a los peregrinos, particularmente los del Valle Central como Valle Viejo, Fray Mamerto Esquiú, Paclín, Ambato, Capayán; también El Alto y Santa Rosa, entre otros”, puntualizó el Pbro. Flores.
y añadió “al personal del Ejército Argentino que brindó agua a los devotos y peregrinos desde el móvil con el sistema de potabilización instalado en el predio. A los medios de comunicación social locales, regionales y nacionales, que llevaron las diferentes instancias de las festividades a miles de hermanos de distintas latitudes que no pudieron llegar a los pies de la Madre; a los grupos musicales, cantantes folcloristas y locutores. A los hermanos peregrinos por su testimonio de fe y amor a la Virgen siempre renovado y multiplicador”.
