El Valle del Beato Mamerto Esquiú es un espacio que, en estas festividades en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle, estará a cargo de la Parroquia San José de Piedra Blanca, la tierra natal de este amado franciscano.
El párroco, Pbro. Carlos Robledo, y un equipo que lo acompaña en su acción pastoral, como “vecinos” del Beato Esquiú, llevan adelante de forma continua la difusión de la vida, obra, virtudes y testimonio de este fraile al que pronto esperamos ver canonizado.
“En las tres últimas jornadas de las fiestas marianas, en este espacio estará presente la imagen de nuestro Beato, la que estuvo en la ceremonia de su Beatificación, el 4 de septiembre de 2021”, informó el Prof. Ariel Escobal, integrante de la comunidad parroquial de Piedra Blanca, quien contó además que en este espacio se ofrecerá folletería, estampas, para que los devotos y peregrinos de la Virgen del Valle puedan conocer más a nuestro Beato.
También estará en este Valle una escultura del Beato Esquiú con el hábito franciscano, la Cruz pectoral y el solideo -atributos de obispo-, sentado en un banco de convento, con una Biblia, sobre la cual están sus manos y un Rosario. “Es un hermoso regalo que enviaron a nuestra parroquia los hermanos cordobeses. La imagen del Padre Esquiú sentado con la Biblia en la mano y en una actitud de profunda escucha, ya estuvo en la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, en el mes de julio pasado”, comentó también Escobal.
Indicó, asimismo, que habrá turnos en los cuales estarán presentes los miembros de la comunidad parroquial responsable de este Valle, para hablar con quienes se acerquen a este espacio, sobre la vida y obra del Padre Esquiú.
“Habrá un libro de actas en el que los peregrinos y devotos de la Virgen del Valle podrán escribir alguna Gracia que hayan recibido por intercesión de nuestro Beato, una oración o un comentario que deseen expresar”, explicó.
La canonización
Recordemos que el Papa Francisco aprobó la beatificación del fraile catamarqueño, que fuera Obispo de Córdoba, porque se pudo comprobar en todas las etapas del proceso correspondiente, que una beba se curó por su intercesión. Nació prematura y a los pocos días de nacer contrajo la enfermedad conocida como osteomielitis, una infección grave en los huesos que la puso al borde de la muerte. Los médicos pensaban que si llegaba a sobrevivir lo haría con graves secuelas. Pero su mamá oró con fe, pidiendo la intercesión de Fray Mamerto Esquiú para que su hija se curara. En apenas una semana, la niña no sólo se recuperó completamente, sino que quedó sin rastro de haber padecido alguna enfermedad.
Ahora, para que sea declarado Santo es necesaria la aprobación de un segundo milagro. Se requiere que este segundo hecho milagroso haya sucedido en una fecha posterior a la beatificación. Ese milagro es el que tenemos que pedir por intercesión de este seguidor de San Francisco de Asís, para que pronto podamos decir: “San Esquiú, ruega por nosotros”.
