La iglesia cabecera del departamento cuna del Beato Esquiú fue construida en la segunda década del siglo XIX y fue declarada Monumento Histórico Nacional. Luego de una importante refacción a cargo del ministerio de Infraestructura y Obras Civiles, el edificio desde hace semanas acusa deficiencias que son motivo de preocupación.
El templo que es considerado una joya de la arquitectura neocolonial y fue escenario de la histórica beatificación del ilustre fraile, ha comenzado a presentar grietas en unas de las paredes laterales y esto puso en alerta a la comunidad parroquial, vecinos y también a los organismos públicos, entre ellos a la municipalidad de Fray Mamerto Esquiú.
La obra, que en 2020 al momento de ponerse en licitación para ser restaurada, contó con un presupuesto de 10 millones de pesos y que se financió con fondos provinciales, está ahora en la mira. Al igual que la decisión de la comuna que meses atrás modificó la circulación, generando que el tránsito comenzara a pasar por la calle posterior al templo.
Ahora y al hacerse público lo de las grietas y fisuras, tanto desde la comuna como desde la Parroquia misma se activaron acciones para deslindar responsabilidades, en el caso del organismo público y analizar qué habría provocado este daño para el edificio.
La grieta de la polémica
Es por eso que durante la mañana de hoy viernes, se hizo presente la secretaria de Obras Públicas de la municipalidad, Arq. Sola Vigo quien junto al cura párroco, Pbro. Carlos Robledo analizaron la situación.
Fisuras y vibraciones
Según la funcionaria “la fisura es de carácter superficial” pero a pesar de esta primera apreciación, indicó que se va a buscar la opinión de la Dirección de Patrimonio y de Obras Públicas de la provincia. Esto a los fines de determinar qué tipo de obras o intervenciones corresponden en el templo tras este suceso. Sola Vigo insistió que lo sucedido “no es nada grave” y lo que hay para solucionar “son unos temitas”. En eso figura la aparición de filtraciones y el hundimiento de una vereda perimetral. Al ser consultada por una emisora radial, la arquitecta consideró que la aparición de fisuras “son comunes” y apuntó que las mismas “no son estructurales ni graves”.
En la pared posterior de Templo, donde está el mural del Beato, también hay una fisura
Al momento de considerar si hubo impacto en el templo desde que se modificó el recorrido de los vehículos en el departamento, Sola Vigo no solo descartó esto, sino que manifestó que las vibraciones acusadas por los vecinos en el sector existen pero “son muy bajas”. “Las vibraciones son casi nulas pero de todas maneras y tal como se lo dijimos al Padre Robledo, vamos a pedir otras opiniones. Porque está bien que tengamos una voz por fuera del municipio”, acotó.
