La comunidad de El Portezuelo, en la jurisdicción de la parroquia San Isidro Labrador, vivió este viernes 14 de noviembre una jornada marcada por la fe, la emoción y la participación comunitaria. La tradicional imagen de la Virgen del Valle, conocida popularmente como la Madre Morena, llegó a la localidad en el marco de una misión pastoral que impulsa la Ermita de Valle Viejo, desde donde se venera esta advocación mariana profundamente arraigada en el corazón de los catamarqueños.
La visita se desarrolló con una cálida recepción por parte de los vecinos, quienes desde horas tempranas se acercaron a esperar la llegada de la imagen. Con muestras de devoción, plegarias personales y signos de agradecimiento, los pobladores de esta histórica comunidad chacarera manifestaron el fuerte vínculo espiritual que los une con la Madre Morena, figura central en la religiosidad popular del Valle Central.
El recorrido de la imagen forma parte de una misión que la parroquia viene realizando en diferentes puntos de su jurisdicción, con el objetivo de acercar la fe a los hogares, fortalecer la vida pastoral y acompañar a las familias que, por distintas circunstancias, no siempre pueden participar de las celebraciones en los templos. Estas visitas —que suelen incluir oraciones comunitarias, bendiciones y encuentros fraternos— permiten renovar los lazos comunitarios y reavivar la espiritualidad en cada barrio o población que la recibe.
A su llegada a El Portezuelo, la imagen fue recibida con aplausos, cantos y vivas. Vecinos de todas las edades se acercaron para saludarla, muchos de ellos con estampas, flores o pequeñas ofrendas. Otros aprovecharon el momento para agradecer favores recibidos, pedir salud para sus familias o compartir intenciones especiales, en un clima de recogimiento que convivió con la alegría propia de una celebración comunitaria.
